Pasqual Maragall afirmó ayer en Argel que "es imposible impedir" que el Gobierno catalán hable y negocie con el central acerca de los contenidos de los presupuestos generales del Estado para el 2005 que afectan a Cataluña. El presidente de la Generalitat, de visita oficial a Argelia, añadió que tanto el Ejecutivo catalán como el resto de comunidades autónomas incumplirían con sus obligaciones si no buscaran este diálogo. "Sería absurdo que no lo hicieran", aseguró.

El presidente catalán respondía así a las declaraciones de miembros del Ejecutivo central, como la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega, que han rechazado que la Generalitat intervenga en el proceso de elaboración presupuestaria. "Nos han elegido para gobernar, y para hacerlo se necesitan recursos. Una parte de éstos vienen de donde vienen del Estado y, por tanto, no puede decirse que esto la intervención de la Generalitat no se puede hacer, o no pasará; porque pasará, ¡y tanto que pasará!", advirtió Maragall.

EL PROBLEMA DE LA SANIDAD La contundencia mostrada por Maragall se vio enturbiada por unas afirmaciones del primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla.

Ante los 31 diputados y senadores de su partido, Montilla matizó en Barcelona algunos aspectos de lo tratado en la reunión del pasado jueves con los líderes parlamentarios del tripartito en el Congreso. A juicio del ministro, lo que sólo fue una reflexión se ha interpretado como una petición de que el problema del déficit de la sanidad pública catalana se solucione por la vía de los presupuestos.

Montilla recordó que "el techo de gasto para los presupuestos ya fue aprobado por las Cortes, por lo que es totalmente imposible que se pueda asumir todo el déficit sanitario catalán". El primer secretario del PSC sostuvo que la solución llegará con un nuevo sistema de financiación.