El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha abierto este jueves la puerta por vez primera a que España reconozca el Estado palestino sin que se alcance antes un acuerdo previo con Israel. Ese anuncio se produce cuando, tras la decisión del gobierno de Suecia de reconocer al Estado Palestino, se ha abierto ese mismo debate en otros países como Francia o España.

Si en las últimas semanas el jefe de la diplomacia no se había mostrado partidario de dar este paso si no existía antes un acuerdo con Israel para el establecimiento de un Estado palestino, este jueves se ha referido a la posibilidad de que España reconozca de forma bilateral a Palestina cuando exista el convencimiento de que "la negociación no avanza". "España reconocerá a Palestina cuando creamos que va a favorecer la negociación o cuando nos convenzamos de que la negociación no avanza", ha afirmado en el marco de una comida organizada por la Asociación de Periodistas Europeos.

No obstante, el ministro se ha mostrado convencido de que este paso no debe darse con un mero propósito "simbólico", sino que tiene que servir para "favorecer la solución" al conflicto, que pasa necesariamente por la solución de los dos Estados por la que apuesta la comunidad internacional.

COORDINACIÓN EN LA UE

Eso sí, ha reconocido que el Estado palestino solo será viable cuando surja de un acuerdo con Israel, con el que hay que negociar toda una serie de cuestiones como la fijación de las fronteras, el retorno de los refugiados o el estatus de Jerusalén. El ministro también ha defendido que la UE se mueva de manera coordinada con respecto a esta cuestión y evite dar el "espectáculo" de división que se produjo cuando la Asamblea General de la ONU votó la solicitud de Palestina de ser reconocida como Estado observador no miembro.

El martes de la próxima semana, el Pleno del Congreso debatirá y votará una proposición no de ley presentada por el PSOE y que busca instar al Gobierno a que reconozca el Estado palestino, emulando los movimientos que recientemente han adoptado el Parlamento británico y el irlandés, y se dispone a hacer también la Asamblea francesa.