El marroquí Jamal Zougam, una de las cinco personas detenidas el sábado por su presunta vinculación con los atentados del jueves en Madrid, es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad marroquís. El 20 de abril del 2003, las autoridades de Rabat dictaron una orden de busca y captura contra este individuo, al que llegaron a calificar de "terrorista muy activo".

Antes, en el 2001, las autoridades marroquís habían solicitado a la policía española que investigara a Zougam, que se había instalado en Madrid, según consta en el auto de procesamiento del juez Baltasar Garzón contra la red española de Al Qaeda.

Además, fuentes españolas de la lucha antiterrorista han informado de que las fuerzas de seguridad buscan a Mohamed B., un marroquí de 29 años que estaría relacionado con los cinco detenidos por su supuesta relación con el 11-M.

17 MOVILES Las mismas fuentes también han desvelado que los detenidos adquirieron 17 teléfonos móviles. Gracias a uno de esos aparatos, aparecido en una de las mochilas bomba que no explotaron el pasado jueves, se ha podido detener a las personas que están acusadas de vender y falsificar tarjetas para esos aparatos. Zougam fue apresado el sábado junto a su hermanastro Mohamed Chaoui y Mohamed Bekkali, mecánico nacido en Tetuán el 5 de junio del 1972. En esa operación también fueron arrestados los españoles de origen indio Vinay Kohly y Suresh Kumar.

ISLAMISMO RADICAL Las autoridades españolas y marroquís han confirmado las conexiones de Zougam con los hermanos Abdelaziz y Salaheddín Benyaich, a los que se acusa de haber participado en los atentados de Casablanca del pasado mayo.

Fuentes marroquís de la lucha antiterrorista sostienen que el Grupo Islámico de Combatientes Marroquís (GICM) "está implicado en la preparación de los atentados". No obstante, no se pronuncian sobre si este grupo perpetró por los ataques o si se limitó a proporcionar apoyo logístico. Fuentes policiales españolas afirman que "hacía tiempo que se había detectado la presencia en España de miembros del GICM, que estaban bajo vigilancia policial".

Rabat ha enviado a Madrid a un equipo de expertos en lucha antiterrorista con "numerosa información" de esos detenidos. Por su parte, agentes españoles han viajado a Rabat para investigar la implicación de marroquís en el 11-M.