Los servicios de información antiterrorista de la policía y la Guardia Civil trabajarán al máximo durante este año en el control de la operación Paso del Estrecho. Se trata de evitar que el tránsito por territorio español de 2,8 millones de magrebís sea aprovechado por Al Qaeda para introducir activistas y material para atentar en España. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, informó ayer en el pleno del Congreso del amplio dispositivo preparado para hacer frente a la operación, y señaló que "se han adoptado medidas adicionales de seguridad tras los atentados del 11-M". Más de 11.000 agentes trabajarán en el control de fronteras y en los puertos de Ceuta, Melilla, Algeciras, Málaga, Alicante y Almería.