El Gobierno está preocupado ante la posibilidad de que la izquierda radical y antisistema organice una un "escrache"ante el tribunal el día en el que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, acuda a declarar como testigo por el caso Gürtel, han señalado fuentes de Moncloa.

De hecho, las mismas fuentes recuerdan que esa razón de seguridad del presidente del Gobierno fue uno de los argumentos que han esgrimido para solicitar formalmente que esa declaración fuera por videoconferencia, máxime cuando lo importante es el "contenido" de la misma y será el mismo tanto en persona como si es a través de plasma.

En el escrito que hace dos semanas remitió la secretaria general de la Presidencia del Gobierno, María Rosario Pablos López, al presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, expresaba su interés en declarar por videoconferencia por "razones de seguridad" y y por ser el medio "menos gravoso" y "menos perturbador" en el ejercicio de sus funciones.

UN "JUICIO POPULAR" AL ESTILO DE LA EDAD MEDIA

Fuentes de Moncloa admiten que "preocupa" la posibilidad de que a las puertas del tribunal se intente organizar un "juicio popular" al estilo de la Edad Media" por parte de la izquierda radical y antisistema. Desde el Gobierno no ocultan que el único miedo que tienen a esa declaración de Rajoy es se aproveche para montar un "escrache" o una "asonada" contra el jefe del Ejecutivo y contra el propio Partido Popular en su conjunto, señalan las mismas fuentes.

Hace dos semanas, en la sesión de control del Congreso, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, ya afeó a Podemosque se dedique a no confiar en la Justicia y "acosar" a sus rivales políticos, cuando la portavoz del partido morado, Irene Montero, le preguntó qué "labores de apoyo" iba a realizar" a Rajoy ante su comparecencia en la trama Gürtel.

"Sobre las labores de apoyo le digo que ninguna. Eso sí, que a ustedes les preocupen tanto las labores de apoyo que voy a hacer yo hace que todos nos preocupemos por las labores de acoso que estarán preparando ustedes y a las que nos tienen acostumbrados", le espetó Santamaría.

CENTRARSE AHORA EN PREPARAR ESA DECLARACIÓN

Fuentes del Ejecutivo han admitido su "extrañeza" ante el hecho de que finalmente Rajoy no pueda utilizar la videoconferencia y tenga que testificar en persona, dado que hay precedentes de otros dirigentes políticos que sí lo han hecho y evidencia un "desequilibrio".

En cualquier caso, las mismas fuentes señalan que, una vez que se ha tomado esa decisión, no le quieren dar más importancia y ahora hay que centrarse en preparar esa comparecencia ante el tribunal que enjuicia la primera parte de Gürtel.

La clave, sostienen, será lo que diga en esa declaración y se trata de ser claro, rotundo y convincente en sus respuestas. Además, fuentes de Moncloa destacan que Rajoy cuando se ha explicado sobre este asunto -como cuando acudió al Senado el 1 de agosto de 2013 para hablar del 'caso Bárcenas- ha logrado llegar a la gente y ser entendible.