El Gobierno ha puesto en marcha una estrategia diseñada para reforzar el componente proisraelí en la política exterior española. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, inició ayer su primera visita oficial a Israel llevando bajo el brazo una batería de iniciativas orientadas en esa dirección, que trasladó personalmente al primer ministro del país , Ariel Sharon. Moratinos anunció que el próximo Consejo de Ministros decidirá la incorporación a la legislación española de un día --el 27 de enero-- para recordar el Holocausto.

Consciente de la desconfianza que despierta en Israel y en amplios sectores del judaísmo por su excelente relación con los árabes, basada en su experiencia previa como enviado especial de la Unión Europea para Oriente Medio, Moratinos desplegó todas sus dotes diplomáticas para superar los recelos. Y dijo cosas dulces para los oídos del Ejecutivo de Sharon, como que la "desaparición de Arafat abre una oportunidad de oro" en la zona o que la última Intifada (sublevación popular palestina) fue "un error estratégico".

"VOLUNTAD DE AMISTAD" La diplomacia española consideró un éxito el hecho de que Ariel Sharon departiera durante una hora con Moratinos a pesar de hallarse en medio de una grave crisis de gobierno. El mandatario israelí mostró su "clara voluntad de amistad" con España y depositó "toda su confianza" en la "capacidad" de Madrid para reforzar las relaciones bilaterales, así como para desempeñar un papel de mediación activa ante la Unión Europea y el mundo árabe, según señalaron las mismas fuentes.

Moratinos expresó su compromiso personal y el del Gobierno de defender la revisión del actual marco jurídico entre la UE e Israel, de modo que este país consiga un estatus lo más próximo posible al de socio. También expuso los planes del Ejecutivo para la celebración, el 17 de enero del 2006, del 20º aniversario de las relaciones bilaterales, cuyo comité organizador lo presidirá el exministro y escritor Jorge Semprún.

El titular de Asuntos Exteriores contó asimismo las previsiones para la celebración en Barcelona, en octubre del 2005, del 10º aniversario del Proceso Euromediterráneo, que contará con la presencia del Rey y de jefes de Gobierno.