Ni dimisión ni marcha atrás. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, mantendrá hoy en el Congreso de los Diputados su acusación de que el Gobierno de José María Aznar apoyó la intentona golpista en Venezuela del 11 de abril del 2002. Moratinos centrará su denuncia en que el anterior Ejecutivo abanderó de manera activa la legitimación internacional de los golpistas, según avanzaron a este diario fuentes diplomáticas.

Moratinos comparecerá en la Comisión de Exteriores de la Cámara baja para responder por sus declaraciones del pasado día 22 en el programa de TVE 59 segundos , en el que dijo: "En el anterior Gobierno, cosa inédita en la diplomacia española, el embajador español recibió instrucciones de apoyar el golpe".

VISITA A MIRAFLORES Lejos de dimitir, como se lo reclamó ayer mismo el presidente del PP, Mariano Rajoy, el ministro repasará la visita que, al día siguiente de la intentona, hicieron el entonces embajador en Caracas, Manuel Viturro, y su homólogo estadounidense, Charles Schapiro, al presidente golpista, Pedro Carmona, en el palacio de Miraflores.

Tras la reunión, en la madrugada del día 13 en España, el Departamento de Estado norteamericano difundió una declaración de los Gobiernos de Madrid y Washington, en la que abogaban por la "normalización democrática" en Venezuela sin condenar en ningún momento el golpe ni exigir la restitución del mandatario legítimo, Hugo Chávez, que se hallaba entonces en prisión.

PRISAS En manos de Moratinos obra otro documento que prueba, de modo elocuente, las prisas del Ejecutivo de Aznar por refrendar el golpe en Venezuela. El mismo día 12, la presidencia española de la UE difundió una declaración en nombre de los Quince en la que confiaba al "Gobierno de transición" la "normalización democrática" del país suramericano. Esta declaración quedó en papel mojado dos días después, tras el regreso de Chávez el poder y no llegó a ser traducida a todas las lenguas oficiales de la UE.

Además de estos movimientos diplomáticos, el propio Aznar celebró una conversación telefónica con el golpista Carmona horas después de la sublevación. El presidente le ofreció su "disposición" para ayudarlo a reencauzar la normalidad institucional en Venezuela, según trascendió en su momento. No consta que le haya reclamado la devolución del poder a Chávez.

FORMATO Moratinos, que estará arropado en su comparecencia por José Luis Rodríguez Zapatero, podría admitir un error de oportunidad y de formato en su denuncia contra Aznar, según señalaron las fuentes diplomáticas. Sin embargo, insistirá en que hubo un apoyo a la intentona golpista y aclarará que, al hablar de apoyo, se refería a la legitimación del levantamiento antidemocrático, y no a su preparación.

Tanto el ministro como el PSOE rechazarán en la comparecencia el previsible argumento del PP, en el sentido de que el golpe ya era un hecho consumado y que Aznar pretendía con sus gestiones diplomáticas contribuir a la tranquilidad y la vuelta a la democracia en Venezuela. Sin embargo, una institución como la Organización de Estados Americanos no daba por consumado el golpe y condenó la destitución del presidente legítimo.

PERSUASION Tras la polémica desatada por las declaraciones de Moratinos, el anterior ministro de Exteriores mexicano, Jorge Castañeda, manifestó que el embajador Viturro estuvo "muy activo" por aquellos días y que España intentó persuadir a otros países latinoamericanos de que suscribieran una declaración conjunta con Madrid y Washington.

"Sólo El Salvador, Colombia, España y EEUU apoyaron el golpe", dijo Castañeda. El canciller venezolano, José Vicente Rangel, también ha denunciado el apoyo del Gobierno de Aznar al golpe en Venezuela.