Soraya Sáenz de Santamaría (Valladolid, 1971) cambia de vida. La mujer que más poder consiguió concentrar en la historia reciente española, con los cargos simultáneos de vicepresidenta, ministra de la Presidencia, portavoz del Ejecutivo y también jefa del servicio de espionaje, abandona la política. La moción de censura la sacó de la Moncloa, pero trató de capitanear el PP y todos los enemigos que se granjeó como ‘vicetodo’ se lo impidieron. Enfrente y al lado de Pablo Casado se colocaron María Dolores de Cospedal, con la que no se llevaba desde hacía una década; José Manuel García-Margallo, con el que se enfrentó en el Consejo de Ministros a cuenta de la estrategia a seguir con Catalunya; Rafael Catalá, extitular de Justicia al que ninguneó durante la crisis territorial… Todas esas deudas laborales y personales le pasaron factura en las primarias del PP y Casado la venció pese a la sombra del máster y pese a tener un currículum mucho menos lucido que el de ella, de formación abogada del Estado.

Las derrotas siempre son difíciles de digerir, sobre todo cuando suponen caer del pedestal en cuestión de semanas y no se esperan. Primero del Gobierno y después del partido. Agosto no ha sido fácil para una persona que había hecho de la política su vida y había puesto su trabajo por delante de muchas cosas en muchos momentos de su vida.

SOLO FALTA BÁÑEZ

Santamaría seguramente no llegó a pensar nunca que aquel viaje en autobús de Valladolid a Madrid en 1999 para hacer una entrevista para ser asesora del entonces vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pudiera llevarla tan lejos. Igual de imposible prever este final fulminante.

Antes de irse ha dejado integrados en el PP de Casado a casi la totalidad de los 'sorayos'. Es el caso, entre otros, de Cristóbal Montoro, Íñigo Méndez de Vigo y José Luis Ayllón. Solo queda por sumar a Fátima Báñez, a la que la excandidata propuso como su secretaria general. La mayoría de ellos no quisieron comentar la retirada de "la jefa" y también amiga que está a punto de empezar otra vida.