Miles de bilbaínos y una nutrida representación institucional, encabezada por los lendakaris y los Príncipes de Asturias, despiden este lunes al alcalde Iñaki Azkuna en el funeral que se celebra en la catedral de Santiago de la capital vizcaína. El lendakari, Iñigo Urkullu, ha sido el encargado de recibir a Felipe y Letizia y a la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría.

A la ceremonia han acudido también los otros exjefes del Ejecutivo vasco del PNV, Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe, y el del PSE, Patxi López, que, antes del inicio del acto, ha afirmado: "Hoy estamos un poco huérfanos". Ha aludido con esa afirmación a las referencias al "diálogo, entendimiento y acuerdos" tanto del alcalde de Bilbao como del expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez. "Necesitamos más política con mayúsculas como las que hicieron Azkuna y Suárez", ha apuntado.

"Capacidad de consenso"

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, también ha comparado a Azkuna y Suárez y ha afirmado que son un "buen ejemplo" de personas que destacaron por su "capacidad de consenso" y por "desplegar simpatías" más allá de las siglas de sus partidos El funeral, oficiado por el obispo de Bilbao Mario Iceta, ha comenzado con diez minutos de silencio en una abarrotada catedral, donde han acudido miles de bilbaínos que han guardado cola durante horas.

Ante la esperada multitud que ha acudido a tributar su último adiós a su alcalde, se han instalado pantallas gigantes tanto en el exterior del templo como en la Plaza Nueva, donde se han reunido más de 8.000 personas.

El cuerpo de Azkuna fue incinerado el sábado en el cementerio de la localidad vizcaína de Derio en la más estricta intimidad, y el domingo, la familia, en un acto privado, trasladó las cenizas al camposanto de Durango, donde se encuentra el panteón familiar.