Los partidos navarros han comenzado ya a prepararse para unas elecciones anticipadas coincidiendo con las europeas. La firme decisión del PSN de presentar la moción de censura, pese a la presión recibida desde el PP y el Gobierno central, ha obligado a UPN a asumir que Yolanda Barcina no acabará la legislatura. Pero la presidenta de Navarra ha rechazado facilitar un final ordenado de su mandato con un adelanto voluntario, con el objetivo de escenificar que son los socialistas, de la mano de los independentistas vascos, quienes toman la decisión. Ante la credibilidad que la oposición concede a las acusaciones vertidas contra la vicepresidenta del Gobierno autonómico y consejera de Economía, Lourdes Goicoechea, la comisión de investigación se presenta casi como un trámite para confirmar que el tiempo de Barcina se agota.

Sin embargo, el secretario general de PSN, Roberto Jiménez, sabe que debe maniobrar con prudencia ante las dudas que despierta, incluso en su propio partido, la necesidad de pactar con Bildu para sacar adelante la moción de censura. Distintos líderes socialistas navarros han denunciado la "hipocresía" de UPN, que ha contado con Bildu en localidades como Leitza, Bera, Olite o Tafalla para aprobar las cuentas del 2014. Con la misma intención de vencer resistencias internas, el propio Jiménez ha asegurado en declaraciones a la Ser que su formación "no sostendrá gobiernos ni personas metidos hasta las trancas en supuestos delitos de corrupción", y ha enfatizado que le consta que todo el PSOE está "unánimemente convencido" de que es preciso conocer si las acusaciones de corrupción son ciertas.

Y es que la compleja situación de la Cámara navarra obliga a contar con prácticamente toda la oposición para derrotar a UPN, porque Barcina cuenta con los votos propios (19), y en todo caso, los del PPN (4). Frente a estos 23 votos, los nueve parlamentarios socialistas deben recibir el apoyo de los nacionalistas vascos, divididos en tres formaciones: Bildu (7), Aralar (6) y Geroa Bai (2). Todos ellos, como los dos representantes de Izquierda-Ezkerra, llevan meses exigiendo un cambio de gobierno.

La fórmula idónea

Sin embargo, comienzan a surgir dudas sobre la fórmula idónea para desalojar a Barcina. El PSN propone, tras la finalización de la comisión de investigación y si se confirman las acusaciones de trato de favor a clientes particulares de la consejera de Economía, que se presente una moción de censura. Jiménez se ha ofrecido como candidato alternativo para liderar un gobierno de transición que se encargaría de "auditar, levantar las alfombras, abrir las puertas y ventanas, y sacudir todos los trapos sucios que pueda haber en las arcas forales".

A continuación, convocaría elecciones anticipadas que coincidirían con las europeas. Pero representantes del mundo nacionalista, como el coordinador de Aralar Patxi Zabaleta, han afirmado que Jiménez "no es persona de fiar". Zabaleta ha argumentado que lo idóneo sería que ese gobierno temporal tenga un perfil exclusivamente técnico.