Pocos minutos después de la votación de la consulta, la pugna entre la dirección y los diputados críticos del PSC se ha hecho ya descarnada. El portavoz parlamentario, Maurici Lucena, ha exigido a Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura que renuncien a sus escaños tras haber roto la disciplina de voto para apoyar la solicitud de la consulta al Congreso. Al mismo tiempo, los tres díscolos han asegurado en rueda de prensa que no se plantean, de entrada, dejar sus actas y han emplazado a la cúpula a reconducir la situación mediante el diálogo.

"Han actuado de forma lamentable y con poco espíritu colectivo. He citado a los diputados para pedirles que renuncien a sus actas. Estoy convencido de que lo harán", ha afirmado Lucena en los pasillos del Parlament, mientras Elena, en la sala de prensa, aseguraba que ninguno de los tres críticos tienen previsto dimitir de sus cargos institucionales ni orgánicos. "Somos y seremos PSC. Con nuestro gesto hemos querido representar la pluralidad del partido", han subrayado.

Lucena ha evitado avanzar si la dirección iniciará el proceso de expulsión. Elena ha advertido de que la expulsión es un proceso que no depende solo de la dirección del PSC, sino que debe pasar por la comisión de garantías del partido. "El PSC no es patrimonio de nadie. Aquí no hay ni buenos ni malos, todos los diputados hemos votado en conciencia", ha señalado el líder de la corriente Avancem.