La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, se ha extendido este miércoles en los pasos dados por el Gobierno (sobre todo, a través de la reactivación de las comisiones bilaterales, en vía muerta desde hace siete años) para reconducir las relaciones con la Generalitat. "A algunos les parecerá poco; a otros, demasiado. Pero se han abierto los canales de diálogo", ha dicho Batet durante su comparecencia en el Congreso.

Una de esas pruebas de la apertura de "los canales" se dará el jueves. La 'consellera' de Presidència, Elsa Artadi, se reunirá en Madrid con el nuevo secretario de Estado de Política Territorial, Ignacio Sánchez Amor. La cita servirá para que ambas partes coordinen las agendas para los próximos meses, un periodo en el que está prevista un encuentro, todavía sin fecha, entre el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el ‘president’ de la Generalitat, Quim Torra, que el martes, en un discurso, tendió la mano al diálogo. El dirigente de Junts per Catalunya dijo que no aceptará una sentencia condenatoria sobre el proceso del pasado otoño, pero no lanzó ninguna amenaza concreta. Fuentes del Gobierno subrayan la disposición a hablar del 'president' e interpretan que, en sus mensajes independentistas, no fue más allá de la "retórica".

CONSEJO DE MINISTROS EN BCN

La reunión entre Sánchez y Torra tendrá lugar en Barcelona. El Gobierno central quiere reforzar su presencia en Catalunya. Entre octubre y noviembre celebrará allí un Consejo de Ministros. "El gobierno no es ajeno o está de visita en Catalunya. Es también el gobierno de Catalunya. No es un agente exterior. No va a Catalunya. Está en Catalunya, es de Catalunya. Tenemos que recuperar una presencia ante una ciudadanía que siente que se ha visto abandonada por sus instituciones centrales", ha señalado Batet durante su comparecencia parlamentaria.

La ministra, por último, ha pedido al Govern "respeto a las instituciones constitucionales, con especial consideración al jefe del Estado"; ha subrayado que cualquier intento de "quebrar el ordenamiento" encontrará el "rechazo" del Gobierno y ha lamentado que en los "domicilios, calles y plazas" catalanas se haya "resentido gravemente la convivencia".