El nuevo director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, que será ascendido el próximo viernes a teniente general, se comprometió ayer a modificar el régimen disciplinario del instituto armado "para diferenciar claramente las funciones de los guardias como cuerpo de seguridad de aquellas otras que deben desempeñar como componentes de unidades militares". En el acto de toma de posesión, ante los ministros de Interior, José Antonio Alonso, y de Defensa, José Bono, Gómez Arruche anunció la creación de "un grupo de estudio, representativo, para acometer la reforma".

La principal reivindicación de los guardias es que se supriman los arrestos militares, privativos de libertad, cuando incurren en faltas leves. La aplicación del régimen disciplinario militar da pie, según denuncian los responsables de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), a muchos abusos y arbitrariedades por parte de los mandos. La modificación del régimen disciplinario y la no aplicación del Código Penal Militar a los guardias en funciones de policía civil son dos compromisos expresos del programa del PSOE, que el anterior director general, Santiago López Valdivielso, aplazó al no obtener el apoyo del PP.

MISIONES DE PAZ Gómez Arruche, que reconoció la "acción social" de las asociaciones profesionales, tuvo el apoyo del ministro de Defensa a las reformas. "Hay que hacer justicia a la Guardia Civil", dijo Bono antes de evocar a los 200 guardias muertos en la lucha antiterrorista y de pedir que "los derechos de los guardias sean celosamente colmados y reglamentariamente reconocidos".

Gómez Arruche, que fue presentado por el titular de Interior como "persona tolerante, inteligente y culta", anunció la creación, por encargo del presidente del Gobierno, de una unidad de "operaciones internacionales de policía" para intervenir en misiones de paz y de lucha contra el terrorismo internacional, cuyo número de integrantes, dijo, estará en función de las misiones.