La OCDE ha recomendado al Gobierno que "busque y fortalezca" el diálogo con las comunidades autónomas si quiere aplicar con éxito la reforma de las administraciones públicas. La organización sugiere que el Ejecutivo de Mariano Rajoy reconozca "algunas preocupaciones reiteradas por ciertas comunidades autónomas" para lograr los objetivos de la reforma.

El Gobierno aprobó el verano pasado la reforma de las administraciones públicas, que puso en guardia a algunas comunidades por su voluntad recentralizadora. El objetivo principal de evitar duplicidades entre las administraciones para ahorrar gastos lleva como anexo más de recomendaciones que incluyen la eliminación de algunos organismos de mucho valor para algunas autonomías, entre ellas Catalunya, como las oficinas comerciales en el extranjero, las agencias de meteorología o los defensores del pueblo.

La OCDE, que ha examinado la reforma a petición del Gobierno, ha elaborado un informe con recomendaciones presentado este martes por la mañana en Madrid. En general, el organismo aplaude la idea del Ejecutivo pero admite las dificultades que está teniendo para llevarlo a cabo y es en ese ámbito en el que le pide diálogo con los gobiernos autonómicos. A juicio de la OCDE, lo más práctico es que el Gobierno reconozca las preocupaciones expresadas por algunas comunidades para no tener que renunciar al resto de ideas que propone.

La ambiciosa reforma del Ejecutivo, que incluye también centralización de contratos, la conquista de una verdadera administración electrónica, iniciativas para la movilidad de los empleados, entre otras medidas, "corre el riesgo de no tener un conjunto claro de prioridades y una idea de la mejor secuencia para su implementación", advierte el informe de la OCDE.

Más de una legislatura

En la presentación del documento, el secretario general del organismo internacional, Ángel Gurría, ha pedido que la reforma se tome como un proyecto a largo plazo y dure más de una legislatura. "Es algo especialmente necesario en España por la tradición de fuerte autonomía ministerial como por la fuerte descentralización territorial. Ambas son virtudes, pero si se llevan al extremo falta la cohesión, el propósito común", ha dicho. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, coordinadora principal de este proyecto del Gobierno, ha asumido el compromiso de prolongar esta reforma en el tiempo el de establecer prioridades.