La oposición se alía para impedir la maniobra de Mariano Rajoy, que intentaba zafarse de una comisión de investigación sobre la caja b del PP en el Congreso. El PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos se plantaron este miércoles y, en una demostración de fuerza conjunta, registraron una petición para que se cree este órgano fiscalizador. Con esta alianza, el pleno aprobará la solicitud en dos semanas, los trabajos comenzarán antes del verano y nadie descarta que se solicite la comparecencia del presidente del Gobierno.

El puñetazo en la mesa de la oposición vino precedido del intento del PP de ningunear a C’s y aplazar sine die el grueso del pacto anticorrupción que Rivera impuso a Rajoy en su acuerdo de investidura. El partido naranja entregó la semana pasada al PP la solicitud para crear la comisión, pero los populares le echaron un jarro de agua fría al señalar que presentarían un texto alternativo para que se investigue no solo a su formación, sino a todos los partidos.

La gota que colmó el vaso dela paciencia de C’s llegó este miércoles, cuando Rajoy se descolgó, en la sesión de control al Gobierno, con la posibilidad de crear este órgano en el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, con la clara intención de diluir el escrutinio sobre la caja b de su partido. "Estoy dispuesto a hablar de la creación de una comisión en el Congreso o en el Senado, porque el acuerdo no dice dónde", señaló. Rivera, estupefacto, le reprochó con un gesto su cara dura y calificó su intención de "broma de mal gusto".

LA AMENAZA

No se trataba de ninguna mofa. Todo estaba calculado. Fuentes del PP ratificaron que se trata de una "opción", dado que el pacto habla del "parlamento", pero no especifica qué Cámara. Asimismo, los populares reconocieron que el órdago buscaba que el PSOE, ante el peligro de ser escrutado en el Senado, echase el freno y no apoyase a C’s, que necesitaba de otro grupo para registrar su petición.

Sin embargo, la jugada no le salió bien al presidente y empujó a la oposición al registro conjunto de la iniciativa. A las cinco y media,Antonio Hernando (PSOE), Juan Carlos Girauta (Ciudadanos) e Irene Montero (Podemos) posaron ante las cámaras con la petición bajo el brazo. La estrategia es efectiva para el Congreso, pero no impide que el PP cumpla con su amenaza y ponga en marcha otra comisión en paralelo en un Senado en el que cuenta con mayoría absoluta.

Más allá de lo que suceda en la Cámara alta, con el pacto en el Congreso el PSOE consigue el doble objetivo de ahondar en la presunta financiación irregular del PP y distanciarse del partido en el Gobierno para fortalecer su perfil en la oposición. "¿Por qué unir fuerzas? Porque el PP pensaba que no íbamos a ser capaces en la oposición de iniciar una acción conjunta", señaló el portavoz socialista.

Montero no descartó que Rajoy sea requerido a dar explicaciones, pero matizó que esa decisión no está tomada todavía. "Creo que el presidente del Gobierno tendrá el máximo interés en aclarar todos los extremos", opinó. El portavoz de C’s confirmó la decepción por la actitud de los populares en materia de corrupción. "Cuando oyen la palabra corrupción se cierran como una ostra y aquello no hay quien lo abra. Pues bien, tenemos el abridor de ostras", advirtió Girauta.

LA LEY ELECTORAL

Al margen de la corrupción, el PP y la mayor parte de la oposición validaron la puesta en marcha de la reforma de la ley electoral en el Congreso. Las fuerzas del bipartidismo esbozaron una voluntad de modificación más limitada, que denominan "realista", frente a la exigencia de Unidos Podemos y C’s de revisar en profundidad un sistema que consideran injusto.

Pese a los distintos acuerdos en el Congreso, C’s rechazó formar unGobierno de coalición con el PSOE y Podemos en Murcia y aclaró que una moción de censura contra el presidente sería con el fin último de convocar elecciones.