Vox ha anunciado que su secretario general, Javier Ortega Smith, ha dado positivo en coronavirus. El anuncio llega dos días después de que el dirigente ultra participara en la Asamblea General del partido en Madrid. Un acto en el que congregaron a cerca de 10.000 personas y por el que la formación pide disculpas: "Fue un error por el que perdimos perdón". No obstante, los de Santiago Abascal se escudan en que el Gobierno tampoco canceló la manifestación del 8-M.

La noticia del contagio de Ortega Smith ha llegado justo cuando la Junta de portavoces del Congreso estaba reunida. Fuentes parlamentarias explican que se han tomado un receso para que pueda reunirse la Mesa de la Cámara baja y reevaluar la situación con la nueva información disponible. Hasta el momento, este órgano sostenía que no se suspendían los plenos previstos para esta semana.

"Aunque nos planteamos suspenderlo por coronavirus [el acto del fin de semana], decidimos seguir adelante al ver que el Gobierno permitía que se celebraran manifestaciones por toda España, partidos de fútbol y actos religiosos", argumentan los de extrema derecha en un comunicado enviado a la prensa. Así, Vox se escuda en la acción del Ejecutivo para defender la celebración de un mitin multitudinario en el pabellón de Vistalegre.

La formación últra también se reprocha haber sido "cándidos" al creer que el Gobierno "antepondría al menos la salud de los españoles antes que su agenda propagandística". Unos reproches que culminan con acusaciones directas al Ejecutivo: "El Gobierno conocía el alcance de la amenaza y no ha hecho nada por contenerla".

Baño de masas

"Entendimos que habría sido irresponsable generar alarma suspendiendo un acto público mientras el resto del país seguía funcionando con normalidad", apuntan en la noto de prensa en relación a la Asamblea General. Una concentración en la que Ortega Smith se dio un baño de masas entre afiliados y cargos orgánicos y públicos del partido.

Además, explican que "en lógica coherencia y por responsabilidad" han decidido que los 52 diputados que Vox tiene en el Congreso "sigan trabajando desde sus casas, desde donde controlarán a este Gobierno irresponsable que juega con la vida de los españoles".