Pablo Casado no ha escondido nunca que está pendiente de las redes sociales, de los mensajes que saltan de Whatsapp en Whatsapp y los que sacuden Twitter y Facebook. Ayer, en la reunión de la junta directiva nacional de su partido, agradeció a sus dirigentes que estén pendientes de ellas y sean activos. El presidente del PP sabe que esas plataformas son algunos de los campos de batalla más importantes en estos momentos para imponer el «relato», la propaganda de siempre. Por eso marcó su propia descripción de lo que ha ocurrido entre la moción de censura y el anuncio del adelanto electoral y se la explicó a sus compañeros de filas para que la repliquen en sus territorios y en internet. «Si dejamos que la izquierda imponga su relato nunca ganaremos», admitió antes de exponer argumentos que vendió como irrebatibles.

El principal hilo conductor de su exposición es la «traición» a España que Pedro Sánchez ha cometido. Casado aseguró que su partido ha detenido «la venta de España a los independentistas», una muestra, afirmó, del poderío que ostenta el PP pese a la caída que señalan en las encuestas. «No nos preocupemos por la demoscopia. Nosotros a lo nuestro. Estas elecciones tratan sobre España», les aconsejó.

Según el nuevo líder de Génova, el PP «ha derribado al Gobierno» y le ha puesto «en una situación límite», porque los conservadores no tardaron «ni un minuto en denunciar la negociación con mediadores» y «descubrieron la traición que [el Ejecutivo] estaba a punto de hacer». Ante la junta directiva nacional, el principal órgano entre congresos, el presidente del PP repasó la hemeroteca desde agosto y la contó según sus intereses. Por un lado, obvió algunos episodios, como por ejemplo que la figura del «relator» la dio a conocer el PSC y no fue un hallazgo de los populares y también dejó de lado que los soberanistas vetaron los Presupuestos del jefe del Ejecutivo porque este no aceptó hablar de derecho de autodeterminación.

Por otro lado, Casado adelantó unas supuestas «cesiones» que el dirigente socialista hará ante los soberanistas si el PSOE se mantiene en la Moncloa. «Esta vez ya no habrá pago por adelantado. ¿Exigirán los independentistas pago al contado? ¿Por eso no descarta Sánchez un pacto con los independentistas?», lanzó sembrando sospechas. «Cuando el Gobierno vio la marea del descontento popular quiso echarse atrás, pero ya estaba entre la espada y la pared», continuó antes de asegurar que «centenares de miles de personas salieron a la calle», en referencia a la manifestación de Colón. Según la Delegación del Gobierno, fueron 45.000 personas.

Además, en su discurso, que se pudo seguir por circuito interno, recordó que su primera decisión si gobierna será aplicar el 155 y para ello necesitará mantener el poder en el Senado. En estos momentos, el PP tiene mayoría absoluta en la Cámara alta, donde se deben aprobar las medidas que se decidan aplicar en una posible nueva intervención de la Generalitat.