El eurodiputado Pablo Iglesias considera que el terrorismo es una cuestión política y que por ello los gobiernos de Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero dialogaron con la banda. "El terrorismo ha producido un enorme dolor indudable, pero tiene explicaciones políticas", ha afirmado. "Hablar de un problema no significa estar de acuerdo con él, yo puedo hablar del cáncer y eso no significa que esté de acuerdo", ha matizado el líder de Podemos. En un desayuno en el hotel Ritz de Madrid, ha añadido que, teniendo claro su rechazo y su conciencia, trataría de "comprender las claves políticas fundamentales para avanzar hacia soluciones democráticas".

Advirtió desde el principio que no iba al Ritz a nacionalizar el hotel ni los bisones de las señoras. Pero el tono distendido de Iglesias duró solo hasta que un desconocido entró a tropel y le inquirió a gritos, acusándole de colaboracionista con el Gobierno de Venezuela. El espontáneo era Alberto Casillas, dueño de un bar cercano, la cafetería Prado, cuya familia reside en el país latinoamericano, quien, ante la atonía de un auditorio que no daba crédito, se ha quejado a voz en grito y muy emocionado de las penurias que pasan allí su mujer y su hijo.

"Mi hijo no puede comprar papel toilet, mi mujer no puede comprar pollo ni huevos", ha gritado al borde de las lágrimas, hasta que minutos después miembros de seguridad del Ritz se lo han llevado. Casillas también ha perseguido a gritos al miembro de Podemos Juan Carlos Monedero hasta el taxi. Cuando ya estaba fuera del salón, Iglesias ha afirmado que jamás ha asesorado a nadie "para que repriman ni golpeen, ni para que muerdan el cuello a los niños y les saquen la sangre" y ha advertido de que este incidente es "sintomático del que no se atreve a discutir con buenas formas y argumentos". Al fin del desayuno, Iglesias ha explicado que no conoce al hombre que le ha increpado y que no se ha sentido en absoluto ofendido por sus palabras.

Expectación

El desayuno en el Ritz ha despertado tanta expectación que incluso se ha habilitado una segunda sala para la prensa, como en las grandes ocasiones. Entre el público ha destacado la presencia de varios miembros del Ejecutivo, entre ellos Eduardo Baeza, director del Departamento de Análisis y Estudios del Gobierno. También, asistentes de varias embajadas, sociólogos e intelectuales.

Iglesias ha hecho referencia a las primarias del PSOE y ha ironizado con la poca profundidad que ve en estos cambios. "Al próximo secretario general del PSOE les preguntaría si esto es solo más lifting" o si de verdad van a tomar posturas de calado como prohibir las puertas giratorias o a rehacer la reforma fiscal. Si es así, ha dicho tener la " mano tendida".

Acerca de la Monarquía y las funciones del nuevo rey Felipe VI, Iglesias ha dicho que le encantaría que el nuevo jefe de Estado "fuera a un plató de televisión, para recibir preguntas y hablar de política".

La consulta soberanista

En referencia al soberanismo catalán, ha añadido que "los problemas no se resuelven haciendo llamadas telefónicas secretas". El líder de Podemos se ha vuelto a mostrar a favor de un referendo en Catalunya, a pesar de que él preferiría un Estado plurinacional donde los catalanes se sintieran cómodos. De todos modos, ha dicho que no le extraña el sentimiento de alejamiento en Catalunya o el País Vasco teniendo en cuenta la que este país "sigue pareciendo la España de Berlanga en 'La Escopeta Nacional'".

Iglesias también se ha mostrado contrario al aforamiento del rey Juan Carlos y ha dicho que ese privilegio va en contra de la igualdad de todos ante la ley.