El anuncio del regreso del líder de Podemos, Pablo Iglesias, a la actividad política después de tres meses de baja paternal ha estado marcado en las últimas horas por el bochorno que ha generado el cartel que precisamente señala la fecha y el lugar de su reaparición pública. Será en Madrid, el sábado 23 de marzo en la plaza del museo Reina Sofía, lugar habitual de celebración de los resultados electorales de los morados, muy cerca de la estación de Atocha.

El cartel no le ha gustado ni al propio Pablo Iglesias, que en un tuit ha reconocido que no se siente "identificado" con el mismo, aunque el líder de Podemos tiene una imagen similar en la cabecera de su cuenta oficial de Twitter, aunque en versión acuarela. Lo cierto es que no está claro cuál es el mensaje final que los autores del cartel han querido trasladar, pero no le han hecho un favor a Iglesias, que aparece ofreciendo una imagen excesivamente unipersonal, propia de otros tiempos y otros regímenes. "Vuelve", reza el cartel, como si se tratara de un mesías largamente esperado por todos. Es decir, muy lejos del ADN coral y horizontal que se le supone a Podemos.