Francia ha acercado desde una cárcel cercana a París a la de de Lannemezan, al este de Tarbes, a unos 200 kilómetros de la frontera española, al exdirigente etarra Mikel Carrera Sarobe, Ata, para cumplir con una sentencia judicial firme de dos cadenas perpetuas.

El Tribunal Administrativo de París, al que Carrera Sarobe había recurrido para estar en una prisión más cerca de su familia, dictaminó en su favor a finales del pasado año. La política del Gobierno francés había consistido hasta ahora en acercar a las cárceles más próximas a Euskadi, las de Lannemezan y Mont de Marsan, a aquellos etarras que lo pidieran de forma individual y no tuviesen en su historial delitos de sangre, aunque esta sentencia altera esa doctrina, al menos en el caso de Carrera.

El exjefe etarra tiene dos condenas de cadena perpetua, la primera por el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton (suroeste de Francia) el 1 de diciembre de 2007 y la segunda por la muerte el 16 de marzo de 2010 del policía Jean-Serge Nérin, que se considera la última víctima mortal de la organización terrorista.

En esa sentencia fue igualmente sentenciado en tanto que dirigente de ETA. Se encuentra en prisión desde mayo de 2010, cuando fue arrestado en la ciudad francesa de Bayona junto a otros dos miembros de la banda, Arkaitz Aguirregabiria y Maite Aranalde.

Mikel Carrera es el sospechoso de haber matado al presidente del PP de Aragón, Manuel Giméned Abad, en el 2001. Su hijo lo reconoció en octubre pasado como el pistolero etarra que acabó con la vida de su padre cuando ambos, él entonces de 16 años, iban a ver un partido de fútbol en Zaragoza. Se trata de uno de los crímenes sin resolver de la banda terrorista ETA.

PACIFICACIÓN / El pasado viernes, tras la detención de Josu Ternera en Francia, el presidente francés, Emmanuel Macron, descartó cualquier amnistía para los etarras encarcelados y al mismo tiempo confirmó que va a continuar la política de acercamiento de presos a centros penitenciarios próximos a Euskadi.

Macron insistió en que se está llevando a cabo «en el marco de la ley y respetando las decisiones judiciales, porque no corresponde al Gobierno cuestionarlas». «Vamos a trabajar en esa línea con la que el Gobierno busca acompañar esta reconciliación y esta pacificación», concluyó.