Breve, pero intenso, pleno del Parlament para condenar los atentados del pasado 17 de agosto en Barcelona y Cambrils. En apenas 10 minutos, la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, ha leído la declaración institucional consensuada entre los distintos grupos parlamentarios y ha llamado a guardar un minuto de silencio, antes de dar por acabada la sesión. Antes de dar paso al sentido homenaje, la presidenta, a través de la declaración, ha calificado de “excelente” el trabajo de los efectivos de urgencias y la de los cuerpos de seguridad (sin precisar cuáles). “la eficacia policial ha permitido neutralizar rápidamente la amenaza”, reza el texto.

En la declaración , que ha tomado como base la que ya se hizo pública horas después de la barbarie de la Rambla, el Parlament se ha felicitado de la “madurez” de la sociedad catalana que ha sabido transitar por este camino doloros del duelo sin caer en “espureas” tentaciones de rendir cuentas con los ciudadanos de fe musulmana. “El objetivo último de los terroristas “es generar miedo y aniquilar valores como la libertad y el respeto a la diferencia” ante lo que solo cabe “defender la pluralidad desde la democracia”.

Contexto global

El texto pone los atentados de la semana pasada en el contexto del tablero global y ha recordado que son varias las ciudades que han sufrido los estragos terroristas con anterioridad “especialmente sangrantes en algunos países en conflicto y en el tercer mundo”. Ante lo cual, la Cámara catalana hace votos por desarrollar los trabajos de prevención del extremismo violento , en tratar con ahínco por acabar con los conflictos armados y en poner en valor los derechos y libertades colectivas.

Las muestras de solidaridad, tanto internas en la sociedad catalana “que ha tenido una respuesta ejemplar, como las recibidas por el Parlament por parte de personas e instituciones de más allá de los Pirineos.