El Partido X ha comenzado esta tarde en Sevilla su gira por quince ciudades españolas para recabar apoyo y, si es posible, concurrir a las elecciones europeas de mayo, con un programa que ya tienen diseñado y cuyo objetivo es promover una "verdadera democracia" que "devuelva" el poder a los ciudadanos.

Antes de presentar sus propuestas en un acto público en el centro de Sevilla, los promotores de esta organización han ofrecido una rueda de prensa rodeada de un gran secretismo para garantizar la seguridad del informático italo francés Hervé Falciani, que colabora en este proyecto y que en 2006 sustrajo numerosos datos bancarios de evasores fiscales de la filial suiza del banco británico HSBC.

Los periodistas fueron convocados en una calle del barrio sevillano de Nervión, desde donde han sido conducidos a una vivienda, en la que ha tenido lugar la conferencia de prensa.

Los portavoces de esta formación, que ya ha sido inscrita en el registro del Ministerio del Interior -requisito necesario si finalmente concurren a los comicios-, se han declarado "herederos" del Movimiento 15-M, aunque "pragmáticos", pues según aseguran sus propuestas han sido puestas en prácticas en distintos países.

"Somos un lobby ciudadano, uno de los frentes a través del cual se ha canalizado el 15-M", ha explicado Simona Levi, una de las portavoces de esta formación, que comenzó su andadura hace un año como red ciudadana a través de internet.

El abogado Juan Moreno, miembro de la Comisión Anticorrupción, una de las que integran esta organización, ha asegurado que no existe ningún proyecto parecido a escala continental y, tras recalcar que no se trata de una "utopía", ha señalado que uno de los objetivos es que las denuncias ciudadanas contra las entidades financieras tengan "resultados eficaces".

En esta comisión participa también Hervé Falciani, quien ha dicho que el objetivo es extender esta red a escala europea, y se ha mostrado convencido de su utilidad para que los ciudadanos puedan exigir a los responsables políticos que cumplan sus promesas.

Ha defendido la necesidad de compartir la información, pues "por culpa de la opacidad financiera" no se conocen las consecuencias de las medidas institucionales que se adoptan, lo que ha achacado a la existencia de "intereses muy claros".