Nada parece haber cambiado en el discurso independentista de rechazo al Presupuesto de Pedro Sánchez a pesar de la presión del Gobierno sobre los partidos catalanes para que no pongan en riesgo la legislatura y fuercen un adelanto electoral que llevaría a Vox al Congreso. Sin embargo, ayer se abrió una rendija, (gris, sin épica) que puede proporcionar algo de oxígeno a Sánchez en el clima político asfixiante que le deja el batacazo electoral andaluz.

Fuentes del grupo parlamentario del PDECat aseguran a este diario que descartan a día de hoy presentar enmienda a la totalidad a las cuentas del 2019 que el presidente prevé llevar al Congreso a lo largo del próximo enero, tal y como anunció, por sorpresa, el martes por la noche. Como los posconvergentes tampoco piensan apoyar las enmiendas que presentarán PP y Ciudadanos, en la práctica estarán dando al Ejecutivo entre un mes o mes y medio de prórroga.

En caso contrario, el Presupuesto quedaría rechazado en su primer trámite parlamentario. Si el PDECat no cambia de parecer, la ley más importante del Gobierno seguirá viva en el Congreso por lo menos hasta finales de marzo, lo que proporciona a Sánchez algo más de tiempo en un mandato fuertemente condicionado por las presiones para que convoque un adelanto electoral que el presidente ha sugerido unas veces y rechazado otras tantas.

Los posconvergentes advierten de que, en todo caso, dar este oxígeno al Ejecutivo no significa que vayan a aprobar el Presupuesto, una «línea roja» que siguen negándose cruzar, convencidos de que su electorado en Cataluña no comprendería este cambio de posición y de que Sánchez puede seguir al frente de la Moncloa aunque suspenda el examen de las cuentas públicas en el Congreso. «Nosotros les hemos ayudado en el día a día y podemos seguir haciendo, pero los Presupuestos son un símbolo», señalan fuentes del partido en Madrid, que abogan por dar respaldo al Gobierno vía reales decretos.

Las declaraciones ayer del diputado Ferran Bel, en Madrid, dispararon las interpretaciones de los optimistas. Dijo, en el mismo foro en el que estaban las ministras de Economía y Hacienda, que si el Ejecutivo presenta una «propuesta razonable» para dar una solución política a Cataluña su formación negociará las cuentas, pero pidió que vaya acompañada de una respuesta a la demanda independentista de celebrar «un referéndum pactado» porque la propuesta de Sánchez de que los catalanes voten un nuevo Estatut se queda corta, informa Rosa M. Sánchez. «Es lo mismo que hace dos meses. Y si hay una propuesta, aunque no esté cerrada, podríamos negociar los Presupuestos. Pero si no hay propuesta o esta se limita a hablar de un nuevo estatuto, no», subrayó. Al no dar un portazo categórico y no mencionar la salida de los presos como condición sine qua non abonó la tesis de que el PDECat deja la puerta abierta.

ERC no adelanta posiciones. Fuentes del partido aseguraron a este diario que esperarán a que Sánchez lleve las cuentas al Congreso para decidir si presentan o no enmienda a la totalidad.