Pedro Sánchez cerró ayer el curso legislativo exhibiendo el apoyo de los mismos partidos que le ayudaron a sacar adelante su moción de censura contra Mariano Rajoy. Unidos Podemos, ERC, PNV, PDECat y Bildu convalidaron los seis decretos sociales que el Gobierno socialista aprobó cuando ya se sabía que habría comicios generales en primavera, lo que conllevó denuncias de «electoralismo» del PP y Ciudadanos, sobre todo, pero también críticas de algunos de los socios del frente anti-Rajoy.

Carles Campuzano (PDECat) subrayó que esta manera de actuar «degrada» el Congreso y Aitor Esteban (PNV) afeó a Sánchez que no hubiera presentado antes esas iniciativas pero, pese a estas pullas, la mayoría de la moción de censura ayudó al dirigente socialista a salir airoso de esta votación en plena precampaña.

Los nacionalistas vascos fueron los únicos que pusieron algo de intriga a la sesión, de casi siete horas de duración, en la que se abordaron la ampliación del permiso de paternidad, las nuevas normas del alquiler, la recuperación del subsidio a los desempleados mayores de 52 años, los cambios en el sector de la estiba, la inversión del superávit de autonomías y ayuntamientos y las medidas en caso de un brexit sin acuerdo.

No solo fue ambiguo el diputado Mikel Legarda en su alocución, sino que, de manera simultánea, en Vitoria, el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, desveló que en las últimas horas se habían «intensificado» los contactos con el Gobierno para acelerar el calendario de 33 competencias pendientes de transferir a Euskadi antes del 2020.

Sobre todo siete que debían estar cerradas en marzo, entre otras ayudas a la jubilación de trabajadores afectados por un ERE, transporte ferroviario en líneas de cercanías y FEVE y legislación de productos farmacéuticos. La polémica transferencia de la gestión de edificios penitenciarios y funcionarios acabó relegada en ese calendario y el Gobierno central aseguró que la trataría a finales de este año (si Sánchez sigue en la Moncloa).

Tras la sesión, se le preguntó directamente al portavoz del PNV «en cuántos millones se había traducido» el apoyo de su partido al Ejecutivo central. «En ninguno (...) Necesitábamos aclarar en qué está pensando el Gobierno, porque estábamos estancados. Ahora parece que van a escuchar nuestras preocupaciones un poquito más», contestó Esteban.

LOS REGATES

La portavoz del grupo parlamentario del PSOE, Adriana Lastra, agradeció al PNV, a Podemos y al Grupo Mixto los votos a favor de los decretos, negó que hubiera habido cesiones a los nacionalistas vascos y añadió que «nunca» se ha vinculado una cosa a la otra. Menos regates hicieron los independentistas catalanes. Tanto ERC como PDECat dejaron claro desde primera hora de la mañana que respaldarían todas las iniciativas.

El PP votó en contra de las seis iniciativas por no querer participar de «la campaña electoral» de Sánchez. El presidente de los populares, Pablo Casado, que al igual que Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos) se ausentaron de la Diputación Permanente del Congreso y cedieron su puesto a otro parlamentario, subrayó el hecho de que Sánchez usara el apoyo de EH Bildu para convalidar los decretos. Casado lamentó que la «ambición desmedida» del jefe del Ejecutivo le haya llevado a «implorar» a un «proetarra» como Arnaldo Otegi para que le «salve» sus medidas. El secretario general de EH Bildu aseguró ayer que el PSOE había llamado reiteradamente a su formación para recabar su apoyo.