El PNV baraja permitir que los Presupuestos generales del Estado (PGE) se tramiten, a la espera de ver cómo evoluciona la situación en Cataluña y si se levanta o no el artículo 155, que los peneuvistas han vivido como una 2agresión» en primera persona. Hoy decidirán si presentan enmienda a la totalidad, pero lo hagan o no, la primera votación fundamental sobre las cuentas de Mariano Rajoy tendrá lugar el próximo 26 de abril, cuando se decide sobre los vetos que sí ponen otros partidos, como el PSOE y Podemos. Si salieran adelante, el revés será importante (el proyecto sería devuelto), pero los peneuvistas barajan no apoyarlos y que el proyecto presupuestario se tramiten con el fin de dar tiempo a que se despejen los nubarrones que se ciernen sobre la legislatura catalana.

Se da la circunstancia de que los calendarios de ambos procesos se aproximan. El 22 de mayo se agota el plazo límite para que los partidos catalanes lleguen a un acuerdo o se convoquen, de nuevo, elecciones. Y la votación sobre el dictamen de la comisión de Presupuestos, la primera vez que el pleno del Congreso se pronunciará en sí sobre las cuentas del 2018, será en la segunda mitad de mayo.

Esta circunstancia permitiría al PNV rechazar las enmiendas a la totalidad, con el argumento de que no coinciden con su política económica, pero al mismo tiempo avisar de que esto no significa que apoyen a Rajoy y presionar para que levantar el 155.

En este escenario incierto, los peneuvistas lo que reclaman al Ejecutivo es que «allane el camino» y no «ponga obstáculos políticos» al despegue de la legislatura catalana. «Necesitamos saber la posición del Gobierno ante el próximo panorama en Cataluña […] Ha llegado el momento de la zanahoria y de guardar el palo», dijo ayer el presidente del PNV, Antoni Ortuzar.