El voto contrario de la diputada regional de Podemos Raquel Romero ha vuelto a tumbar, por segunda vez, la investidura de la candidata socialista Concha Andreu como presidenta de La Rioja.

Como en la votación que se registró el pasado martes, en la primera sesión de investidura, los votos a favor para Andreu han sido 16, los cosechados entre el PSOE y la diputada Henar Moreno, de Izquierda Unida, con quien se tiene un acuerdo programático.

Por contra, los 'noes' se han recogido entre los grupos del Partido Popular y Ciudadanos, además del de Raquel Romero -que ha sido abucheada por el público al emitir su voto-, lo que suman otros 16 escaños, y, por tanto, un empate que no habilita a la candidata.

Ambos partidos no llegaron a un acuerdo para desbloquear la situación, en una cumbre de apenas media hora. Los miembros de la delegación socialista en la mesa de negociación se han levantado y han abandonado el encuentro. Según un mensaje de Whatsapp enviado por Podemos, "las negociaciones se han roto, el PSOE se ha levantado de la mesa y Podemos sigue sentado esperando a que recapaciten". "Porque el voto será NO", indica la formación 'morada' en su mensaje.

El encuentro tenía lugar después de que ambos partidos tampoco consiguieran pactar el miércoles por la noche. A las 23 horas, tras casi cuatro horas de negociación, las delegaciones de PSOE y UP se levantaron de la mesa.

UNA DIPUTADA DECISIVA

El voto de Romero es decisivo para que Andreu logre la mayoría simple que le permita ser investida presidenta del Gobierno riojano, en el que la coalición morada quiere tomar parte "al más alto nivel", con responsabilidades de consejerías. Frente a ello, la propuesta del PSOE es que UP asuma las Viceconsejerías de Igualdad y de Reto Demográfico y la Dirección General de Vivienda, que se integrarían en la Consejería de Servicios a la Ciudadanía, lo que no satisface a la coalición, que quiere estar presente en el Consejo de Gobierno, a lo que no acceden los socialistas.

El voto negativo de Romero el pasado martes, día 16, hizo que no prosperase la candidatura a Andreu, que necesitaba el apoyo de 17 de los 33 escaños del Parlamento y logró uno menos: los 15 del PSOE y el de la diputada de UP por IU, Henar Moreno; mientras que votaron en contra los 12 del PP, los 4 de Ciudadanos y la parlamentaria de la coalición por Podemos.