EL EXPLOSIVO, de fabricación casera, estaba adherido a una de las ruedas de un autobús de reclutamiento de la Armada estacionado en la Estación Marítima de la ciudad gallega. Entre los componentes del artefacto figuraban gasolina y aerosoles, por lo que se deduce que estaba preparado para provocar una pequeña explosión cuando el autobús se pusiera en marcha.