La policía busca el arma que sirvió para matar este lunes a la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. Los investigadores sospechan que fue arrojada al río Bernesga y allí se centra la búsqueda. Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha presidido en León un solemne minuto de silencio en la memoria de la presidenta regional del PP.

Ni Montserrat González Fernández ni su hija Montserrat Triana Martínez González quisieron anoche declarar en las dependencias del grupo de homicidios de la Policía Nacional de León. Desde primera hora de la mañana, un grupo de investigadores con la ayuda de los Bomberos rastrea el fondo del río Bernesga que atraviesa la ciudad de León y en donde se sospecha que la presunta asesina pudo el lunes por la tarde arrojar el arma tras descerrajar cuatro certeros tiros a poca distancia de la presidenta de la Diputación de León y responsable del PP en esa provincia, Isabel Carrasco.

Los investigadores no acaban de comprender cómo y dónde esas dos mujeres consiguieron un arma de pequeño calibre, de 22 milímetros. Los cuatro proyectiles localizados en la escena del crimen no han arrojado luz al misterio. Y el marido y padre de las dos detenidas, el inspector jefe de la Policía Nacional y responsable de la comisaría de Astorga, Pedro Antonio Martínez, aseguró a sus compañeros tras conocerse los hechos que él solo tenía un arma reglamentaria y que desconocía cómo habían tenido acceso a esa pistola.

El hombre, absolutamente "destrozado" según varios compañeros de la comisaría, pidió autorización a sus superiores para continuar con su labor de responsable de la comisaría de Astorga, de donde no se movió en todo el día, rodeado de sus compañeros. Se da la circunstancia que las dos detenidas vivían en la residencia del jefe de la comisaría que hay en el mismo edificio policial. A última hora de la noche de ayer, el inspector jefe recibió la visita de un abogado.

Ejecución

El titular del juzgado número 4 de León, que se ha hecho cargo de la investigación, ha decretado el secreto de las actuaciones. Queda todavía mucho trabajo para acabar de hacer un relato exacto de los hechos. Sí parece claro que la autora de los disparos, a muy poca distancia, casi a bocajarro, fue la madre, que aprovechó que la dirigente del PP cruzaba en solitario la pasarela del río Bernasga para acercarse y casi "ejecutarla", como describió el lunes a este diario una persona al tanto de la investigación.

Los detalles del móvil empiezan a encajar a medida que se conocen los detalles de la tensa relación que madre e hija tenía con la presidenta de la Diputación. Las dos mujeres le hacían responsables de la "miseria" de la hija en los últimos años, después de que en el 2011 tuviera que abandonar su puesto en la Diputación de León porque no quedó la primera en el concurso de la oposición que se convocó para cubrir su plaza.

Problemas con la hipoteca

A partir de ese momento, la joven empezó a trabajar de manera puntual en temas relacionados con la informática y las nuevas tecnologías, pero sin un trabajo fijo. Se había comprado un pequeño apartamento en León y ante su situación económica empezó a tener problemas con las mensualidades de la hipoteca. Además, la Diputación de León le reclamó que devolviera una cantidad de dinero que al parecer la joven habría cobrado erróneamente durante su estancia como trabajadora del organismo.

La detenida pleiteó en reiteradas ocasiones para conseguir aplazamientos de los pago, e incluso no firmaba las notificaciones cuando se le requerían como una estrategia para ganar tiempo. La situación era tan agobiante que su padre, el inspector jefe de policía nacional, aprovechaba en los últimos meses cualquier acto público en el que coincidiera con la diputada del PP para pedirle por favor que readmitiera a su hija en la institución.