A la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, la mataron por la espalda en una pasarela sin cámaras de seguridad. Como en cualquier otra gran ciudad, debe de ser uno de los pocos rincones de León en los que no hay cerca un objetivo grabando las 24 horas. Los investigadores del grupo de homicidios de la Policía Nacional llevan varios días examinando las otras cámaras, las que sí hay en el recorrido que las dos acusadas, Montserrat González y Triana Martínez, realizaron antes y después del crimen. Y rastrean en sus teléfonos móviles, hasta cuatro tenía la hija, y sus ordenadores, tres portátiles y uno fijo, que se localizaron en el apartamento de León en el que vivía la ingeniera en Telecomunicaciones.

El rastreo de las llamadas en los teléfonos móviles de Triana es fundamental para acabar de entender si el encuentro tras el crimen con su amiga íntima Raquel Gago, policía municipal y quien entregó el arma a la policía, fue o no casual. Los cuatro ordenadores que los investigadores encontraron en el registro del piso de Triana en León ya han aportado datos reveladores. En la memoria de los buscadores aparece la consulta de numerosas páginas con detalles e instrucciones sobre el manejo de armas.

En ese apartamento, y en un segundo registro policial el martes por la noche, acompañados de Triana, los investigadores encontraron una segunda arma, una pistola del calibre 7,75, y abundante munición de varios calibres. ¿Para qué querían esa segunda pistola? ¿Practicaron con las dos armas? ¿Llegaron a ir las dos mujeres armadas en algunos de los intentos previos de asesinato de la presidenta de la Diputación de León? Preguntas a las que los investigadores tratan de buscar respuesta.