"El señor Pablo Iglesias es culpable de lo que está pasando en las calles y el señor Pedro Sánchez es el responsable". Con esta contundencia, la portavoz del PP en la comisión de Interior del Congreso de los Diputados, Ana Belén Vázquez Blanco, ha cargado contra Unidas Podemos y su líder por alentar los disturbios por la condena al rapero Pablo Hasél. Pero más allá de atacar a los morados, los populares han centrado sus críticas en el presidente del Gobierno por no reprender a sus socios cuando el pasado jueves criticaron la actuación policial.

En la comparecencia del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, la diputada del PP ha señalado que el vicepresidente segundo "ya tendría que haber sido cesado" después de que el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, mostrara su apoyo a los "jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles". "¿La normalidad democrática es que un partido del Gobierno apoye la violencia en las calles?", le ha preguntado Vázquez al ministro, en referencia a las críticas de Iglesias a la normalidad democrática de España.

Horas antes, la portavoz del PP en la Cámara baja, Cuca Gamarra, también ha señalado al jefe del Ejecutivo como el responsable final de que Unidas Podemos esté instigando las protestas. "Es Sánchez, que es quien nombra a los miembros del gobierno y permite que haya una persona que calla ante estos hechos y sigue promoviendo ataques a lo que es la estructura y el orden constitucional".

La condena

Sin embargo, unos minutos después de que la diputada del PP arremetiera contra el Gobierno en la comisión de Interior, Sánchez ha condenado la violencia. "En una democracia plena, y la democracia española es una democracia plena, resulta inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia", ha sentenciado el jefe del Ejecutivo en un acto en Extremadura. A renglón seguido, ha subrayado que "no hay excepción a esta regla. No hay causa, ni lugar, ni situación que pueda justificar el uso de la violencia, porque la violencia no es una libertad, es un ataque a las libertades de los demás". Así, ha asegurado que "el Gobierno de España hará frente a cualquier forma de violencia".