Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil remitido a la Audiencia Nacional apunta que el PP de Madrid que dirigía Esperanza Aguirre camufló con facturas falsas al menos 1,7 millones de euros, que se presentaron como gastos de funcionamiento de la formación cuando, en realidad, se emplearon en costear la campaña electoral del 2011, en la que se superó el límite previsto por la legislación.

El informe ha sido enviado al juez Manuel García Castellón, que instruye la macrocausa Púnica sobre corruptelas en la adjudicación de contratos públicos y que cuenta asimismo con una pieza separada que pone el foco de la financiación del PP en la región.

Según expone, en las elecciones autonómicas del 2011 el entonces gerente y administrador electoral del Partido Popular de Madrid, Beltrán Gutiérrez Moliner, «habría ocultado gastos electorales por importes muy notorios utilizando para ello empresas afines y conniventes, las cuales habrían enmascarado esos gastos electorales a través de diversos procedimientos». Una de las empresas tapadera utilizadas por el partido para falsificar facturas había sido registrada con el curioso nombre de Paquí Pallá SL.

Entre los procedimientos usados, destaca «por lo recurrente en su utilización, la emisión de facturas falsas y el abono de las mismas a través de la cuenta corriente de funcionamiento del PP de Madrid». En total, 334.281,27 euros habrían sido «enmascarados», y a ellos «hay que sumar la cifra de 1.250.000 euros que fueron contabilizados» por Gutiérrez, apunta el informe «en una partida específica de empleo de gastos para la campaña electoral», y que la Guardia Civil asocia a «fondos provenientes de la caja b» bajo su control.

«No obstante, se han obtenido numerosos indicios que apuntan a que el importe de los gastos electorales encubiertos superen con creces las cifras apuntadas y que, por tanto, la mayoría de los gastos abonados desde la cuenta corriente de funcionamiento del PP de Madrid, los cuales superan los dos millones de euros, se correspondan realmente con pagos de gastos electorales», dice la UCO.

El informe apunta que, entre los gastos abonados a través de facturas falsas, figuraban también las «cenas de Navidad» o «actos de Nuevas Generaciones». Y, especialmente, «gastos relativos a encuestas e intención de voto».

El PP llegó, pues, según el documento de la UCO, dopado a las urnas, porque el sistema habría permitido al partido superar el límite de gasto legalmente establecido. De este modo, los populares pudieron concurrir a los comicios «en unas condiciones de superioridad de gasto», así como «eludir los controles y fiscalización ejercida por los organismos encargados de la misma».