Tercera sesión de bronca a causa de la reforma judicial. El grupo popular rompió la baraja: abandonó el hemiciclo, anunció que reprobará al presidente, Manuel Marín, y avanzó que presentará todos los recursos posibles contra este proyecto del Gobierno. Y eso que ayer no se debatía la modificación legislativa, sino sólo el trámite para aprobarla. Los 189 votos del resto de grupos decidieron que será en lectura única el jueves.

Los populares --que han abandonado el hemiciclo a modo de queja más que ningún otro grupo: cinco veces en los últimos 15 años-- dejaron sus escaños muy contrariados, entre improperios contra el presidente del Congreso. Ya por la mañana, habían anunciado que era "bastante posible" que se negaran a votar el trámite en señal de protesta. Y así fue. Sólo que su portavoz, Eduardo Zaplana, ni siquiera pudo explicarlo ante el pleno.

PALABRA DENEGADA Marín le negó el uso de la palabra al tiempo que ponía en marcha la votación. Zaplana permaneció de pie, atónito, reglamento en mano. La votación terminó sin la participación del PP. Sólo Miguel Angel Cortes, apurado, apretó sin querer el botón, aunque acertó a pulsar el del no .

Justo tras el plante, Zaplana acusó a Marín de saltarse el reglamento hasta límites "inauditos". Y anunció que su grupo lo reprobará en cuanto sea posible. Por la mañana había descartado censurar al presidente del Congreso, pero tras el incidente declaró: "Con todo el dolor de mi corazón, no nos queda más remedio".

SIN EFECTO Los populares mantuvieron que la reforma judicial para dotar de más consenso a los nombramientos de jueces es "ilegal". Por ello, anunciaron que presentarán los recursos necesarios para anularla. No obstante, Zaplana reconoció que no resolverán el "problema político". Su resolución no llegará a tiempo para evitar que el Consejo General del Poder Judicial vote en enero por mayoría cualificada a los nuevos jueces del Supremo y de los tribunales superiores.

El resto de grupos, que apoyaron tramitar la norma con urgencia, deploraron la actitud del PP. Y todos sus portavoces coincidieron en que se ha "respetado la legalidad del procedimiento", justo lo contrario de lo que sostienen los populares.

"DESESTABILIZACION" "Cuando un grupo parlamentario se ausenta de una votación porque sabe que la va a perder, inicia un camino extremadamente peligroso", vaticinó el portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. Gaspar Llamazares (IU) coincidió con el socialista en que el PP está en "la segunda fase de la desestabilización política", que ya inició cuando "cuestionó la legitimidad del resultado electoral del 14 de marzo".

El propio Marín tomó la palabra al término de la sesión para declarar, solemnemente, el "respeto absoluto a la legalidad" del proceso. El presidente del Congreso recordó que fue él quien abortó el intento --respaldado por el Gobierno y cinco grupos parlamentarios-- de repetir la votación que se perdió por la ausencia de 18 diputados del PSOE. "El presidente está para decir no a cinco grupos, pero también para decir no al PP", zanjó Marín.