Después de entronar a Mariano Rajoy como líder prácticamente hasta que él quiera, el PP engrasa ahora sus estructuras territoriales. Del 17 de marzo al 2 de abril, en tres fines de semana, los conservadores celebrarán sus congresos regionales salvo el de Galicia, donde Alberto Nuñez Feijóo ya reeditó su liderazgo. Los cónclaves servirán, en su mayoría, para pasar oficialmente el bastón de mando a los barones que o bien ganaron en el 2015 o bien sustituyeron al nutrido grupo de dirigentes que pidieron dar un paso atrás tras su derrota.

Será por tanto una renovación anunciada. Aunque hay excepciones y puede haber sorpresas porque, pese a las instrucciones de Rajoy de mantener la sacrosanta «unidad» en el PP, en algunas autonomías se está dando una lucha encarnizada por el poder, mientras en otras han surgido cargos desconocidos que tratan de hacerse un hueco, representando sectores minoritarios entre la militancia. Esta es una radiografía de los relevos en el partido conservador:

CANDIDATOS ÚNICOS

Como mandan los cánones en el PP, un buen número de comunidades presentan aspirante único. Rajoy mandató a los suyos que «las legítimas diferencias no acaben en enfrentamientos» y en regiones como Andalucía, País Vasco, Aragón y Cataluña le han hecho caso. Juanma Moreno (Andalucía), Alfonso Alonso (País Vasco) o Xavier García-Albiol (Cataluña) son ejemplos de líderes ya provisionales -dado que los congresos fueron hace cinco años- que tomarán las riendas. Mención aparte merece Pedro Antonio Sánchez, el presidente murciano. Pese a las presiones para que dé un paso atrás por su imputación, no se ha presentado otra alternativa, con lo que aunque la dirección nacional quisiera apartarle, que no es el caso, no tendría a quién apoyar.

UNO FUERTE Y OTRO DÉBIL

En Madrid, Castilla La-Mancha y Valencia a las candidatas oficiales Cristina Cifuentes, Dolores de Cospedal e Isabel Bonig les han salido rivales menores y casi desconocidos, con pocas probabilidades de medirse en los congresos, de ahí que denuncien irregularidades y presiones. Y es que, por primera vez, se pondrá en práctica el sistema de doble vuelta, que solo permite continuar a los aspirantes que obtengan más del 10% de apoyo entre los afiliados o reconoce candidaturas únicas a quienes logren más del 50% en la primera ronda. Un modelo que, por cierto, no despierta pasiones en un partido con poca cultura asamblearia donde se han inscrito menos de un 10% de las bases para poder participar.

LUCHAS INTESTINAS

Mención aparte merecen Cantabria, La Rioja y Baleares, donde a la dirección nacional le «preocupa» que pueda celebrarse congresos a cara de perro entre dos contrincantes con fuerzas bastante igualadas. En Cantabria la lucha por el poder se mezcla con enemistades personales entre el actual presidente, Ignacio Diego, y su número dos, María José Sáenz de Buruaga. En La Rioja, salvo pacto in extremis, optarán a suceder a Pedro Sanz el actual presidente autonómico, José Ignacio Ceniceros, y la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra.

Mientras que en Baleares, donde el partido está dividido desde hace tiempo, cuatro precandidaturas han quedado en dos: la del centralista José Ramón Bauzá y el regionalista Biel Company. Si bien, la dirección nacional cree que ganará el segundo.

También en Asturias se han presentado varios candidatos pero la previsión es que gane la aspirante oficial: Mercedes Fernández. Así ha ocurrido en Canarias donde Asier Antona (jefe interino después de la salida de José Manuel Soria) ha barrido en las primarias locales.