La propuesta de reforma del Senado lanzada por el Gobierno del PSOE, que prevé que las autonomías puedan ejercer en la Cámara alta el derecho al veto sobre normas estatales en defensa de sus "hechos diferenciales" o del "principio de solidaridad", suscitó ayer opiniones encontradas entre los partidos políticos y ejecutivos autonómicos, entre las que destacaron las críticas del PP y del PNV.

El plan del ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, avanzado ayer por El País , atribuye a las autonomías la capacidad de vetar normas del Estado cuando consideren que éstas vulneran su lengua, cultura, insularidad, derecho civil y derecho foral. Las comunidades que no gozan de estos "hechos diferenciales" también podrán recurrir al veto en defensa del "principio de solidaridad" que se materializa en la financiación autonómica.

El presidente del Senado, Javier Rojo, aplaudió de forma entusiasta el proyecto, ya que, a su juicio, la reforma permitirá a la institución ser "más eficaz" y adaptarse a la "realidad" del Estado autonómico. No obstante, advirtió de que el debate debe sustentarse pensando en los derechos de los ciudadanos y, en ningún caso, debe crearse una polémica sobre los "privilegios" que puedan tener unas regiones sobre otras.

Rojo hizo hincapié en la necesidad de que la reforma se haga por consenso. Pero el PP, "pieza clave" en este consenso, como admitió el presidente del Senado, sólo puso peros a la propuesta de Sevilla. El secretario general adjunto de los populares, Angel Acebes, destacó que la posibilidad de que las autonomías tengan derecho del veto "genera incertidumbre e inseguridad" y puede comportar "graves consecuencias" al significar "un cambio profundo" en el modelo constitucional. "La soberanía popular ya no residirá en el pueblo español", advirtió Acebes.

"GLOBO SONDA" El portavoz del PNV en el Senado, Joseba Zubia, calificó la propuesta de "globo sonda" del PSOE para "quedar bien ante ciertos sectores". Zubia agregó que el proyecto es "demasiado bonito para ser verdad" y anunció que si fuera así lo apoyarían "de forma entusiasta".

La Junta de Andalucía, a través de su consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, alertó de que la propuesta, aunque razonable, deberá hacerse "desde el principio de solidaridad y no discriminación". En cambio, el vicepresidente de la Junta de Extremadura, el también socialista Ignacio Sánchez Amor, subrayó que el derecho de veto es un asunto "secundario" dentro de la reforma. El portavoz del Gobierno catalán, Joaquim Nadal, afirmó que "la música suena bien, pero el tripartito "quiere ayudar a escribir la letra".