Ni con euroorden en vigor ni sin ella. Carles Puigdemont seguirá sin acceder a la sede de la Eurocámara en Bruselas. La ofensiva política del PSOE, PP y Cs para impedir una conferencia en el Parlamento Europeo titulada Cataluña y el juicio sobre el referéndum: un desafío para la Unión Europea prevista para este lunes 18 de febrero -en la que tenían previsto intervenir el expresidente y su sucesor Quim Torra- tuvo éxito. El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, decidió no autorizar el evento por motivos de seguridad.

«Tras una evaluación de seguridad de la Dirección General de Seguridad, el presidente del Parlamento Europeo ha decidido no autorizar el evento sobre derechos fundamentales en la UE organizado por el señor Packet», anunció la Eurocámara en una comunicado sobre la conferencia organizada por el eurodiputado flamenco de la N-VA, Ralph Packet, y el esloveno Ivo Vajgl, ambos miembros de la plataforma de diálogo UE-Cataluña. «El análisis ha concluido que las amenazas a la seguridad vinculadas al evento no pueden ser mitigadas por los servicios de seguridad del Parlamento», señaló la cámara.

Según la evaluación realizada por los responsables de la seguridad, existe un «elevado riesgo» de que el evento propuesto por Packet y Vajgl podría suponer una amenaza al mantenimiento del orden público en la Eurocámara. La Eurocámara tuvo en consideración varios elementos a la hora de realizar su análisis. Entre ellos, la reciente ocupación por parte de manifestantes de las instalaciones del Parlamento Europeo y la Comisión Europea en Barcelona el pasado 1 de febrero, las tensiones vinculadas al juicio contra los líderes catalanes pro-independentistas que empezó el pasado martes en Madrid, la falta de información sobre los participantes en el evento y, especialmente, la posibilidad de que pudiera haber incidentes en las instalaciones de la cámara o en los alrededores de ella.

La decisión de Tajani responde a las demandas de varios eurodiputados pidiendo a la cámara la prohibición de la conferencia y la entrada de Puigdemont en la institución. La primera la envió Enrique Calvet el miércoles, nada más tener conocimiento del evento. «La presencia de un prófugo de la justicia española y usurpador de funciones en el santuario de la democracia europea es insultante para el Estado miembro y para toda Europa y no se pueden descartar problemas de seguridad», se quejó.

La segunda, firmada por la jefa de filas del PSOE, Iratxe García, el del PP, Esteban González Pons, y el eurodiputado de Cs, Javier Nart, llegaba al buzón de Tajani el jueves y en ella recordaban que la cámara «no debe acoger a alguien que se encuentra evadido de la acción de la justicia española y que ha hecho alarde de su reiterada desobediencia a órdenes y advertencias procedentes del Tribunal Constitucional, el máximo garante de los derechos y libertades fundamentales de todos los españoles».

Los tres partidos españoles se mostraron satisfechos con la decisión de la Eurocámara.