Una vez comprobado que el malestar de Jose María Aznar con la decisión de la dirección del PP de excluirle de la campaña electoral de las europeas copaba todos los titulares -el expresidente se quejó el lunes a las puertas de una conferencia de su esposa, Ana Botella, de que los conservadores aún no le han llamado y ya "no queda tiempo" para protagonizar ningún acto electoral-, la cúpula popular ha decidido reaccionar y adoptar la estrategia de echar la culpa a que la agenda de mítines no está cerrada, para justificar así que ningún vicesecretario o la propia secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, haya llamado al presidente de honor del partido para que participe en algún mitin.

Así, el cabeza de cartel, Miguel Arias Cañete, ha señalado esta martes en una entrevista en RNE que como hasta ayer era ministro -una circunstancia de la que el único culpable es Mariano Rajoy- aún no tiene cerrada "su agenda electoral", de ahí que no se haya invitado a Aznar a participar en la campaña. No obstante, ha confirmado la dirección del partido ya ha ofrecido al expresidente protagonizar "juntos" un gran acto electoral que podría celebrarse en La Rioja o Murcia. Pero ha reconocido que la fecha está en manos de Aznar, que es quien tiene cerrada una "agenda internacional importante".

En la misma línea el vicesecretario del PP y número dos de la lista a las europeas, Esteban González Pons, señaló anoche en TVE que "puede confirmar" que finalmente el presidente de honor del partido participará en la campaña y que se están buscando fechas para que en este acto coincida con Cañete.

Fuentes próximas a Aznar advertían el lunes, no obstante, que es díficil que el expresidente pueda cambiar ahora una agenda de viajes internacionales que se cierra con mucha anticipación.