Lluis Prenafeta, quien fue hombre fuerte de la Generalitat de Catalunya durante los años en que gobernó Jordi Pujol, ha seguido los pasos de Macià Alavedra y ha admitido todos los hechos que le imputa la Fiscalía Anticorrupción, lo que pasa por reconocer el cobro de comisiones de 3 y 4% por las operaciones Niesma y Badalona, que repartía a partes iguales con el 'exconseller' de Economía y el exdiputado del PSC Luis Andrés García, Luigi.

Sorprendentemente, al no haberlo anunciado con anterioridad, el exsecretario de Presidencia de la Generalitat aceptó los hechos imputados por la fiscala, que pedía para él seis años y 10 meses de prisión por dos delitos de tráfico de influencias y uno de blanqueo. "Acepto todo", dijo y la fiscala Ana Cuenca pasó a preguntarle en detalle por las operaciones urbanísticas juzgadas en el 'caso Pretoria'. Su esposa, María Lluisa Mas Crusells, también admitió los hechos de los que le acusa la fiscala.

A la pregunta de si en 2009, cuando estalló el escándalo tuvo "contactos con cargos relevantes", Prenafeta matizó: "En absoluto, porque llevaba 19 años fuera de la actividad política. Amistad con algunos, pero no en función del hecho político".

Con el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol dijo haber "mantenido siempre", al igual que con el que también estuvo al frente del Govern Artur Mas. De Germá Gordó, el 'exconseller' que fue tesorero de Convergencia, señaló que lo conoció en 2009 y luego lo vio "dos o tres veces", para quedar a comer con él. También admitió tener relación, aunque "escasa", con el conseller en tiempos del tripartito Antoni Castells.

En cuanto a empresarios, admitió que trabajó muchos años con Luis Casamitjana, porque era el presidente de Space y conseguió que comprara los terrenos de Badalona, operación por la que se repartió la comisión en tres partes con Alavedra y el exdiputado del PSC Luis Andrés García, Luigi.

POR HACER UN FAVOR

Pese a reconocer el tráfico de influencias del que estaba acusado, Prenafeta sostuvo que no medió con Artur Mas a favor de Casamitjana. La fiscala pidió que se escuchara una de las conversaciones intervenidas en el procedimiento. "Si yo hablé con el señor Artur Mas fue exclusivamente para hacerle un favor al señor Casamitjana", aseguró el acusado a continuación. Prenafeta llegó a preguntarse "por qué no" iba a llamar al entonces líder de la oposición para hacer un favor al constructor al que vendió los terrenos de Badalona.

Prenafeta explicó que en una ocasión llamó a Mas para pedirle una reunión con "un señor controvertido de Terrassa", en la que propuso que también estuviera Gordó. Para explicarlo, Prenafeta añadió que el constructor Isaac "Lahuerta quería conocer a Mas" y como "lo conocía muchísimo", lo gestionó. Añadió que en el encuentro "se habló de todo, incluso de fútbol, pero sobre todo de la crisis económica del país".

Prenafeta también ha admitido el delito de blanqueo de capitales del que está acusado, lo que ha dado lugar a un pequeño rifirafe con la fiscala que le ha recordado que había admitido su escrito de acusación, donde se hablaba de cuatro cuentas en el extranjero y no de dos como trataba de decir el acusado. El exsecretario de Presidencia señaló que entonces serían cuatro, porque la fiscala "lo tiene más fresco".

La representante de Anticorrupción anunció que dará a conocer su petición final de pena para Prenafeta en sus conclusiones finales, aunque sí le preguntó si estaba dipuesto a poner todo su patrimonio para hacer frente a la responsabilidad civil que le corresponda. La fiscala pedía para él multas de más de 13 millones de euros.