José Luis Rodríguez Zapatero evitó ayer poner pega alguna a la propuesta del líder del PP, Mariano Rajoy, para incrementar el control parlamentario al Ejecutivo. Sin embargo, eludió entrar a valorar los detalles de la idea del jefe de la oposición, que consiste en reforzar las sesiones semanales de control en el Congreso con un cara a cara parlamentario de media hora entre los jefes del Gobierno y de la oposición.

Zapatero se limitó a recordar su disposición a que el Reglamento del Congreso se reforme "cuanto antes" para dotar al Parlamento de "mayor vivacidad" cara al control al Ejecutivo. Uno de los ejes del programa socialista para el 14 de marzo fue la regeneración democrática, que incluía un extenso capítulo sobre la reforma del Reglamento que el Gobierno del PP se negó a llevar a cabo.

El jefe del Ejecutivo expresó además su "máxima disponibilidad" para facilitar la tarea a la comisión de investigación del 11-M, pero no concretó si su Gabinete desclasificará documentos.

Zapatero pidió a los españoles que el 13 de junio vuelvan a dar al PSOE la confianza que le dieron en las generales, tras comprobar que su Gobierno "cumple su palabra". Aseguró que ya está corrigiendo "los grandes errores" de José María Aznar en Europa, en alusión al bloqueo de la Constitución de la UE y a Irak.