El aún presidente de la Diputación de Valencia, el socialista Jorge Rodríguez, ha quedado en libertad con cargos tras haber comparecido ante el juez que instruye la causa que investiga posibles irregularidades en diversos contratos de alta dirección de Divalterra, una empresa de la corporación provincial.

Rodríguez se ha acogido a su derecho a no declarar, pues las diligencias siguen siendo secretas, y en una breve declaración a los medios de comunicación ha calificado de desproporcionada su detención de este miércoles, y de "barbaridad" que se hable de una malversación de dos millones de euros.

"Le he dicho al juez que no se podía declarar en un caso bajo secreto de sumario; lo oportuno era esperar a conocer de qué se acusa", ha manifestado, tras reconocer que han sido horas muy complicadas.

La instrucción estudia irregularidades en varios contratos de Divalterra, una empresa de la corporación provincial, tanto por el hecho de que los elegidos lo fueran a dedo, sin concurrencia pública, como porque se elevara a puestos de alta dirección lo que antes eran jefaturas, aumentando sus emolumentos hasta alcanzar los cerca de 75.000 euros en algunos casos.

Sospechas sobre Compromís

Se sospecha que con los nombramientos, Rodríguez trataba de formar su propio núcleo duro dentro del PSPV y que cedió otros a Compromís para mantener el equilibrio, pues gobiernan en coalición.

Además de Rodríguez hubo otros cinco detenidos, que también han quedado en libertad con cargos. Se trata de Ricard Gallego, su jefe de gabinete; Manuel Reguart, su asesor; el secretario-letrado del consejo de Divalterra, Jorge Cuerda, y los cogerentes de la empresa Xavi Simó y Agustina Brines. Están investigados por prevaricación y malversación de caudales.

Rodríguez ha calificado de "bastante lógica" la decisión del PSPV de suspender de sus cargos orgánicos y de propiciar su relevo al frente de la diputación.