Que nadie se confíe. Este fue el mensaje que transmitió ayer el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a los dirigentes de su partido encargados de conducir la campaña de las elecciones europeas que se celebrarán el próximo 13 de junio.

"Nada está escrito", alertó el presidente del Gobierno para que nadie caiga en la tentación de "abandonarse a la sensación de triunfo" que ha invadido a los socialistas tras la victoria del pasado 14 de marzo. Zapatero animó a los suyos a afanarse por ganar, porque ello supondría, dijo, "un importante respaldo para el proyecto político" del Ejecutivo.

Pese a vincular la victoria del 14-M al resultado del 13-J, Zapatero descartó que las europeas sean "una segunda vuelta" de las elecciones que le han llevado a la Moncloa. Explicó que quiere ver vencedora la lista que encabeza Josep Borrell porque "una Europa con políticas progresistas supondrá más desarrollo para España".

"La participación es nuestra mayor garantía", alertó ayer Zapatero a los coordinadores electorales del PSOE, a quienes instó a "no confiarse".

Zapatero criticó la falta de europeísmo de los gobiernos de José María Aznar, que optaron por "fijar sus miras más lejos", a la vez que se felicitó de haber "restablecido las relaciones con los países centrales de la UE" y de que éstos apoyen su orden de retirar las tropas de Irak.

Mientras, el PSOE y el PP iniciaron ayer contactos para negociar posibles debates electorales que podrían tener lugar antes del 13-J. Según fuentes del PP, ambas formaciones están de acuerdo en celebrar al menos un cara a cara entre Josep Borrell y Jaime Mayor Oreja durante la campaña.