El juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, tomó ayer declaración como testigo al presidente de Grupo Zeta, Antonio Asensio, en el marco de la investigación sobre el móvil presuntamente sustraído hace tres años a una colaboradora de Pablo Iglesias. La pasada semana, el líder de Podemos reveló al magistrado que en el 2016 Asensio le entregó el material extraído de la tarjeta del móvil, detallándole que había llegado a manos de la revista Interviú y que el material no se iba a publicar porque contenía información personal sin relevancia informativa. El empresario confirmó al juez la versión de Iglesias y agregó que le hizo entrega de la tarjeta en persona para evitar que llegase a manos de terceros y que el material fuera divulgado.

En una comparecencia de apenas 25 minutos, Asensio expuso al juez instructor que nunca tuvo conocimiento concreto de cómo había llegado el material a la redacción de Interviú, y que se le transmitió que no había más copias del mismo. A su llegada a la Audiencia Nacional, el presidente de Zeta declaró a los medios que estaba «tranquilo» porque, en lo que a él concierne, se trata de un «tema menor».

El material de la tarjeta, parte de cuyo contenido se difundió después en otros medios, aparecería un año más tarde en poder del excomisario José Manuel Villarejo, encarcelado desde noviembre del 2017 y acusado de cohecho, blanqueo y pertenencia a organización criminal.

Citado la semana pasada por el juez García Castellón, Villarejo reconoció que accedió al material y que informó a sus superiores de que este carecía de «interés policial». El excomisario se desvinculó del supuesto robo del móvil y aseguró haber recibido la información de manos de un periodista. Se trata de la décima pieza separada del caso Tándem, que investiga las actividades presuntamente ilícitas de Villarejo, comisario jubilado y en prisión provisional, a quien se le intervino abundante documentación cuando fue detenido en el 2017.