La Policía encontró ayer documentos que implican a un preso marroquí de la cárcel de Zuera con el grupo terrorista islámico detenido la noche del pasado lunes. La documentación comprometedora se halló durante un registro en la celda del recluso ordenado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, según ha podido saber EL PERIODICO de fuentes próximas a la investigación.

El preso, un hombre joven, patrón de pateras y encarcelado por un delito contra la seguridad de los trabajadores, no había provocado ningún tipo de conflicto y parecía integrado en la dinámica normal de la prisión, a través de su participación en diversos talleres.

Las fuentes citadas señalaron a este diario que los agentes policiales se desplazaron a Zaragoza con la única misión de interrogar al preso de Zuera y que, por el momento, no existe constancia de que haya ninguna otra operación abierta en Aragón vinculada con la célula islámica.

Además del interno de Zuera, al menos 10 reclusos de cárceles españolas recibieron ayer la visita policial por su presunta relación con la red terrorista. Se trata de presos encarcelados por delitos comunes, pero la policía sospecha que ha sido en los centros penitenciarios donde se ha estructurado la red desarticulada anteayer, ya que varios de sus integrantes tenían antecedentes también por causas menores.

Aparte de la de Zuera, las prisiones visitadas son las de A Lama (Pontevedra), Teixeiro (La Coruña) y Bonxo (Lugo); la asturiana de Villabona; Topas, en Salamanca; y las andaluzas de Puerto 1, en El Puerto de Santa María (Cádiz), y la de Córdoba.

En Topas, seis policías registraron a fondo la celda de Said Afis, que fue encerrado en otra área de la cárcel e incomunicado. Se trata de un recluso vinculado al grupo de presos integristas de esa cárcel. En Topas cumple condena, por robo y lesiones, Jaled Aulad, hermano de Rachid y Mohamed, dos de los suicidas de Leganés, y de que uno de los detenidos la noche del lunes, el ceutí Ahmed Mohamed Ahmed, salió en libertad de ella hace unos días.

En el centro coruñés de A Lama, una docena de agentes llevó a cabo una operación idéntica en las celdas de Baldomero Lara Sánchez y Aisa Kadur. También este último tiene fama entre el resto de los internos de la cárcel de ser un profundo militante integrista.

Lara y Kadur "aterrorizaban", según fuentes penitenciarias, a los internos musulmanes, obligándoles a respetar las horas de rezo y a hacer instrucción militar en el patio.

Esas y otras operaciones policiales de ayer son consecuencia de la desarticulación de la presunta red terrorista llevada a cabo la noche del lunes en Madrid y en diversas localidades de las provincias de Valencia, Almería y Málaga. Fueron detenidas ocho personas cuyo nexo de unión, además de tener antecedentes penales por delitos comunes, parece ser un argelino que fue detenido hace varios días en Suiza y vinculado al GIA.