El preso de ETA Arkaitz Bellón Blanco fue encontrado muerto en su celda el pasado martes, al parecer por causas naturales, según ha informado Instituciones Penitenciarias. El interno, de 36 años, cumplía condena de 13 años en la cárcel de Puerto I de Cádiz por delitos de atentado, depósito de armas, coacciones y daños por violencia callejera durante la Semana Grande de San Sebastián en el año 2000.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha explicado, a través de una nota, que tras "el descanso posterior a la comida", a la apertura de las celdas del centro, los funcionarios le encontraron "inmóvil en la cama y sin ningún signo externo de violencia".

El interno permanecía solo en la celda, al encontrarse clasificado en primer grado de tratamiento. Desde Instituciones Penitenciarias se ha apuntado que no constaban antecedentes de patologías médicas "que pudieran hacer predecible este desenlace", por lo que "su fallecimiento apunta a causas naturales".

Bellón, natural de la localidad vizcaína de Elorrio, tenía fijada su fecha de salida en el próximo mes de mayo, tras pasar 13 años en la cárcel. Los abogados de la familia han solicitado personarse en la autopsia mediante un médico de confianza.

La Audiencia Nacional condenó en octubre del 2003 a Arkaitz Bellón Blanco, Andoni Zengotitabengoa Fernández y Txomin Lesende Aldecoa a 13 años y tres meses de prisión a cada uno por varios actos de violencia callejera. El tribunal declaró probado que el 15 de agosto del 2000, los tres jóvenes se trasladaron de Elorrio a San Sebastián "con el propósito de realizar una serie de actos violentos radicales en apoyo de la organización terrorista ETA, generando un clima de inseguridad en la población".

Agresión a un conductor de autobús

En concreto, se les condenó por la quema dos autobuses urbanos después de desalojar a los pasajeros y agredir a uno de los conductores, y también por enfrentarse a una patrulla de la Ertzaintza e incendiar un ciclomotor y varios contenedores de basura.

El tribunal consideró que los hechos eran constitutivos de los delitos de daños continuados, coacciones terroristas, atentado a agente de la autoridad y tenencia de sustancias inflamables e incendiarias.

El colectivo de familiares de presos Etxerat ha destacado la "gravedad" del suceso y ha recordado que el fallecido se encontraba "a más de 1.000 kilómetros de Euskal Herria". El colectivo también ha denunciado que la actual política penitenciaria "además de suponer un castigo añadido tanto para presos como para familiares, posibilita agresiones y sucesos tan trágicos como estos". De hecho, fuentes de la familia han recordado que el interno denunció haber recibido palizas por parte de funcionarios el pasado marzo en la cárcel de Sevilla, y que también afirmó haber sufrido agresiones en Puerto III en el 2010 y en Algeciras en el 2008.