El procedimiento para sacar Francisco Franco del Valle de los Caídos sigue enmarañándose. El monje benedictino Santiago Cantera, prior del recinto, ha comunicado al Gobierno que le negará el acceso a la tumba del dictador, después de que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, solicitara la autorización a la Iglesia para entrar en el templo.

La oposición de Cantera, adelantada por El País, no es nueva. Ya contaba con ella el Gobierno, que la semana pasada alegó razones de seguridad para impedir que Franco sea enterrado de nuevo en la Catedral de la Almudena, en pleno centro de Madrid, como quiere la familia. Aun así, el prior benedictino pone un obstáculo más a la exhumación, sobre la que tendrá que resolver finalmente el Tribunal Supremo, organismo al que han recurrido los nietos del dictador.

«El Gobierno esperaba esta actitud por parte de este religioso, cuyos antecedentes ideológicos son conocidos públicamente. Antes de ingresar en la Orden de los Benedictinos, fue candidato a las elecciones generales de 1993 y a las europeas de 1994 por el partido Falange Española Independiente», señaló este jueves en un comunicado el Ejecutivo.

«El prior se ha negado en distintas ocasiones a seguir las indicaciones dadas por las autoridades eclesiásticas españolas, según le consta al Gobierno -continuó el Ejecutivo-. La posición obstruccionista del prior no impedirá que el proceso siga su curso, pero evidentemente hará que la opinión pública pueda llegar a considerar que la Iglesia española avala en su conjunto la negativa de este antiguo candidato falangista, hoy superior de los monjes benedictinos del Valle de los Caídos y, con ella, la negativa de la propia familia Franco. El Gobierno, pese a los inconvenientes que pueda provocar el rechazo del prior, mantiene su decisión de seguir adelante con el proceso de exhumación, respetando cada una de las garantías a las que tiene derecho la familia Franco por ley. Dentro de las gestiones previstas por el Gobierno, figura el traslado de todos los requerimientos legales a las instancias superiores del prior».

LA AUTONOMÍA DEL ECLESIÁSTICO

La actitud del Arzobispado de Madrid, dirigido por Carlos Osoro, no ha sido tan radicalmente contraria a la exhumación como la del prior del Valle. Hasta ahora, Osoro se ha limitado a invitar al diálogo al Gobierno y a la familia Franco. Sin embargo, los monjes benedictinos del recinto donde yace el dictador son los gestores de la basílica y gozan de autonomía. Sobre Cantera solo tienen en autoridad el abad de la Abadía de Solesmes, Philippe Dupont, y el Papa.

A ellos se dirigirá el Ejecutivo, cuyos plazos para la exhumación se han ido truncando mes a mes. Primero, el presidente Sánchez dijo que el dictador sería trasladado el pasado verano. Cuando aprobó el decreto que permite la salida de los restos, la vicepresidenta Carmen Calvo aseguró que esta se produciría antes de que acabara el 2018. Ahora, la Moncloa ya no pone fechas.