El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV)ha decretado prisión provisional sin fianzapara el cabecilla de la trama 'Gürtel' y su número dos, Francisco Correa y Pablo Crespo, así como el 'delegado' en Valencia de la trama, Álvaro Pérez 'el Bigotes', tras la sentencia que el pasado viernes les condenó por la pieza 3 del 'caso Gürtel', relativa al amaño de los contratos de la Generalitat Valenciana para el montaje del expositor en la feria de turismo Fitur entre los años 2005 y 2009.

La sala justifica su decisión en el riesgo de fuga que entiende que existe en los tres casos, junto con la gravedad de las penas impuestas (13 años para Correa y Crespo, y 12 para Pérez) y el hecho de que estén implicados en otros procedimientos judiciales. Los tres están aún dentro del TSJCV a la espera de que llegue un furgón de la Guardia Civil, que les trasladará al centro penitenciario dePicassent (Valencia).

El tribunal ha aceptado la petición de la Fiscalía Anticorrupción, a la que se había adherido el PSPV como acusación particular, y ha desestimado los argumentos de los abogados defensores, que pedían aplazar el ingreso hasta que la sentencia fuera firme y que les fueran impuestas otras medidas cautelares.

Fuentes de la fiscalía han confirmado que el criterio que han seguido y que seguirán con el resto de condenados, como la expresidenta de las Corts valencianas Milagrosa Martínez y el exjefe del gabinete de la Conselleria de Turisme Rafael Betoret, es pedir el ingreso en prisión de aquellos condenados que tengan penas superiores a los cinco años.

TRES BOLSAS CON ROPA

A su llegada al TSJCV, solo Crespo ha hablado con los periodistas y se ha mostrado tranquilo y confiado en no tener que entrar en la cárcel. De hecho, se ha ofrecido a hacer declaraciones a la salida de la audiencia.

Uno de los abogados de Crespo ha protagonizado la anécdota de la jornada al llegar al tribunal con tres bolsas de deportesupuestamente llenas de ropa para su defendido en caso de que tuviera que ingresar en prisión, algo que al final ha sucedido. Según ha explicado a los periodistas apostados a las puertas del juzgado, es un gesto para demostrar al juez "que no hay intención de eludir a la justicia".