Unos desconocidos profanaron en la madrugada de ayer la tumba del subinspector de los GEO Javier Torronteras, fallecido el pasado 3 de abril en Leganés (Madrid) cuando se inmolaron siete terroristas implicados en el 11-M. La tumba de este policía --quien falleció al ser alcanzado por la explosión provocada por los islamistas-- está en el Cementerio Sur de Madrid.

Los autores de la macabra acción golpearon el cadáver antes de quemarlo. La policía sospecha que se trata de una venganza de familiares o amigos de los terroristas suicidas.

Los profanadores localizaron el nicho del agente a pesar de que aún no tenía lápida, seguramente porque cerca del nicho permanecen varias coronas de flores del día del sepelio. Abrieron la tumba y extrajeron el ataúd, que fue arrastrado varias decenas de metros antes de prenderle fuego con gasolina.

Fuentes de la investigación han desmentido que los profanadores hubieran clavado una pala y un pico al cadáver del agente, como informó una agencia de prensa. Los agresores quemaron esas herramientas, utilizadas seguramente para abrir la tumba, para borrar sus huellas.

TERRORISTAS SIN ENTERRAR Según confirmó la policía, los terroristas inmolados en Leganés no han sido todavía enterrados, ya que se les siguen practicando pruebas para determinar la identidad de tres de ellos. Expertos en islamismo han explicado que el rito musulmán exige que los muertos reciban sepultura en las próximas 24 horas de su fallecimiento, aunque ese plazo se puede ampliar unas pocas horas más si deben ser sometidos a una autopsia. Además, deben ser enterrados envueltos en un sudario blanco y mirando a la Meca para alcanzar el paraíso.

Las fuentes policiales consideran plausible que el hecho de que los terroristas inmolados continúen insepultos sea la causa de la profanación del cadáver del geo, en una especie de venganza.

El Ministerio del Interior reiteró ayer "su más sincera solidaridad y apoyo" a la familia del agente fallecido. "Le han matado dos veces", subrayó un alto cargo de ese departamento, quien aseguró que "no se descarta ninguna línea de investigación sobre la autoría".

NUEVOS PROCESAMIENTOS Por otra parte, Baltasar Garzón amplió ayer el procesamiento que dictó el pasado mes de septiembre contra Osama bin Laden y otras 34 personas que integraban la célula española de Al Qaeda. El juez procesó a Jamal Husein, y a los hermanos Ahmad y Waheed Koshagi, por un delito de colaboración. Y a Sadik Merizak y Hasan al Husein por pertenencia.

La policía, por otra parte, liberó ayer al bosnio Sanel Sjekirica, que el viernes se entregó en el aeropuerto de Barajas cuando volvió de Suecia, tras constatar que no tiene relación con la matanza de Madrid.