Madrid Unos 50 trabajadores de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) aprovecharon ayer la asistencia del presidente del Gobierno a un almuerzo en la calle de Alcalá de Madrid, a 500 metros de su sede, para evidenciar a gritos su desacuerdo con el traslado de la sede de la CMT a Barcelona decidido por José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente no se detuvo a hablar con ellos. Los empleados, que dificultaron el paso a los invitados al almuerzo, portaban pancartas con lemas como No al traslado, no a los caprichos de Maragall, Zapatero vete tú a Barcelona con Sonsoles o Zapatero no nos dejes en la calle.