Las cúpulas del PSC y del PSOE, conscientes de que las elecciones generales están demasiado cerca como para hacerle más regalos al PP, intentaron ayer echar tierra sobre sus discrepancias. Los dos partidos consideran que no pueden ofrecer su enfrentamiento como añadido a la mala imagen provocada por la revelación de la cita del exconseller en cap con ETA.El objetivo prioritario es ahora arrinconar la polémica y centrar la atención en la denuncia del posible uso partidista del servicio secreto por el Gobierno central. Sin embargo, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Bono y Manuel Chaves volvieron a arremeter contra la posible vuelta de Carod al Gobierno catalán.Ajeno a las irrupciones de los barones, la próxima semana el líder del PSOE visitará Barcelona para reunirse con jóvenes empresarios y se verá arropado por la plana mayor del PSC.