La portavoz del PSOE, Carme Chacón, calificó ayer de "buena noticia" el anuncio de la retirada de la política de Francisco Alvarez-Cascos, y añadió que los socialistas no "echarán de menos" al ministro.

"Tiene derecho a que le dejen vivir y a organizar su vida privada de modo tranquilo y tiene derecho al respeto de todos los españoles, porque se lo garantiza la Constitución", reclamó ayer el socialista José Bono, presidente de Castilla-La Mancha. Bono lamentó el "acoso" al que se ven sometidos algunos personajes públicos en su vida privada.

Para el portavoz de IU en el Congreso, Felipe Alcaraz, la noticia de la retirada del ministro tiene una lectura política de fondo. Considera Alcaraz que "no es lógico" que Alvarez-Cascos deje su actual dedicación y "no tenga un sitio en la próxima etapa del PP". El dirigente de Izquierda Unida opinó que su decisión puede deberse "a su vida civil muy moderna" o a su postura "flexible" con respecto a los nacionalistas.

Alcaraz aventuró que "puede haber habido algún choque o algún rechazo" a su vida personal "moderna" por parte del "núcleo hegemónico de su partido", en el que ya suscitó más de una crítica su primera separación y posterior boda con Gemma Ruiz. Su visión de la relación con los nacionalistas, "mucho más flexible" que la que mantiene Aznar, puede haber influido también en su decisión de dejar la política, analizó Alcaraz.

Por su parte, el portavoz parlamentario del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, elogió al ministro Francisco Alvárez-Cascos, al que calificó como un "líder político muy sólido" y añadió que "siempre intentó consolidar una relación civilizada" con el PNV. En el polo contrario puso a su sucesor, Javier Arenas, al que tildó de "cantamañanas".