Si uno se asoma al mapa electoral que dejaron las generales del pasado 28 de abril, verá España teñida de rojo. Los socialistas ganaron en todas las comunidades, salvo en Cataluña, Navarra y Euskadi. La foto se repetirá, salvo sorpresas, en los comicios del próximo 26 de mayo, aumentada por el hecho de que ni catalanes ni vascos celebran autonómicas. Pero eso no significa que el PSOE vaya a mantener su poder actual o conquistar nuevas parcelas. Ganar es gobernar, solía repetir Pedro Sánchez en la reciente campaña. Los socialistas confían en aprovecharse del tirón del presidente en funciones, que tendrá un enorme protagonismo en esta convocatoria. Sin embargo, aunque el ambiente en el partido es de cierto triunfalismo, siguen planeando dudas.

El PSOE gobierna en cinco territorios que están llamados a elegir sus nuevos ejecutivos autonómicos: Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura. Puede hacerlo en otros tantos, a tenor de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que coloca al partido en cabeza en todas las comunidades salvo Cantabria y Navarra, mostrando a un PP que sigue en caída libre. Hace cuatro años, en cambio, solo ganaron en Asturias y Extremadura.

Pero hace cuatro años no estaba Vox. El principal temor pasa por el partido de ultraderecha, que en las generales no obtuvo ningún escaño en las circunscripciones pequeñas, pero que ahora sí podría tener representación en las cámaras autonómicas. De repetirse los resultados, la derecha podría sumar en Aragón, Extremadura y Castilla-La Mancha, convirtiendo el ciclo del encumbramiento incontestable de Sánchez también en el de la caída de varios líderes territoriales del PSOE.

Pero los socialistas insisten en que no tiene que ser así. Es más, subrayan que lo más probable es que esto no suceda. Primero, porque creen que las derechas no sumarán en esos territorios. Y después, porque ellos tienen un espacio de pactos más amplio del que tenía Sánchez. No todo pasa por Podemos, ya que Ciudadanos se ha abierto a pactar con el PSOE en algunas autonomías.

MUNICIPALES Y EUROPEAS

En las grandes ciudades, mientras tanto, los vientos son mucho menos favorables. De los cinco principales municipios de España, los socialistas solo gobiernan Sevilla, y en principio lo seguirán haciendo tras el 26 de mayo. Tienen opciones en Zaragoza, pero es poco probable que conquisten Madrid, Barcelona y Valencia.

Y en las europeas, por último, apenas hay interrogantes. El PSOE da por hecho que ganará los comicios, a mucha distancia del PP, algo que aumentará las posibilidades de que el actual ministro de Exteriores, Josep Borrell, acabe siendo nombrado, como quiere Sánchez, comisario de la UE.